Nuevo Escenario

Duro debate de Scioli con su equipo, que le pide que sea “más Scioli” para remontar el ballotage

Gustavo Marangoni se le plantó al candidato y le reclamó que tome distancia del kirchnerismo.

La reunión en el piso 19 del BancoProvincia del microcentro fue para alquilar balcones. Daniel Scioli veníagolpeado de la noche anterior en el Luna Park donde montaron una coreografíatan llena de salones vip's y “plateas doradas” que casi no quedaban lugarespara la gente de a pie.

Disposición noventista extremada que noreparó que primero hay que cazar la liebre antes de cocinarla y les terminóestallando en la cara, cuando alrededor de las diez de la noche La Cámpora-que maneja el Correo y tiene controlada la Dirección Nacional Electoral queformalmente conduce Alejandro Tullio- les confirmó que estaban perdiendo laprovincia y había ballotage.

Scioli, en un paso de tragicomedia, noencontraba una simple oficina reservada entre tantos vip's para hablar conCristina Kirchner. Cuando finalmente lo hizo y luego del áspero momento, tuvoque soportar que Lautauro Mauro –quizás la persona de su mayor confianza- rompiera a llorar en público.

Y así siguió la noche.

Pero esta mañana se decidió dejar a los lautauros mauros afuera y se celebró una reunión política en el piso 19 de latorre del Banco Provincia. Allí, la conclusión obvia fue que si había algunaremota chance de ganar el ballotage, esta sólo era posible alejándose deCristina, La Cámpora, Zannini y el kirchnerismo en general, como de la pestemisma.

Es decir, pararemontar el golpe de la primera vuelta y sumar los 13 puntos que faltan, hay quebuscar el voto peronista no kirchnerista que cosechó Sergio Massa. Nada muydistinto a lo que le dijeron todos su consultores –Haime, Aurelio, etc-, antesde la primera vuelta, como anticipó LPO.

En ese debate, el más enfático fue eldueño de casa, el presidente del Bapro, Gustavo Marangoni, que apeló a laremanida frase: “Scioli tiene que ser más Scioli que nunca”, vaya a saber quesignifica eso.

Pero como sucedió durante la campaña,Scioli resistió la herejía y ante la opción real de quedar fuera del poder,aceptó una solución de compromiso, que tomó la forma ideal del sciolismo paralos temas delicados: Un comunicado.

Lineal, el equipo de campaña del candidatotaladró las redacciones por la tarde con un texto titulado exactamenteasí: “Voy a ser más Scioli que nunca”.Como si en el proceso electoral hubiera extraviado su identidad en algúnlaberinto lacaniano, que afortunadamente la derrota bonaerense logró disipar.

Lo cierto es que detrás del disparate deanunciar que uno va a ser uno mismo, la gacetilla tiene un metamensaje afín alsciolismo escondedor: La promesa implícita de que si gana -esta vez sí- Scioliromperá con el kirchnerismo, en un movimiento emancipador.

Promesa urgente que se entiende esimperioso formular, para disipar cualquier fantasía de la sociedad de alcanzarese objetivo por la vía extravagante de elegir al candidato de la oposición.