Congreso

Los diputados aprobaron un presupuesto para el próximo presidente

Fue con 137 votos y 12 horas de debate. La oposición pidió postergarlo. El Senado lo sancionaría en dos semanas

El kirchnerismo consiguió esta noche, en la Cámara de Diputados, dar media sanción al proyecto de Presupuesto 2016, pese a las críticas de la oposición que reclamó que el debate se postergara hasta la asunción del nuevo presidente.

Cristina Kirchner lo quiere sancionado antes de las elecciones y por eso el Senado pauta una sesión para la misma el miércoles o jueves anterior a los comicios. 

La iniciativa fue aprobada por 137 votos afirmativos, que pertenecieron al bloque del Frente para la Victoria (FpV) y sus habituales aliados, 80 en contra y la abstención del massista Héctor Daer, el único que se quedó en su banca por el Frente Renovador, que por orden de Sergio Massa no participó de la sesión. 

Con el mismo número, el kirchnerismo consiguió prorrogar hasta 2017 del Impuesto al Cheque y al Tabaco, y la Emergencia Económica. Las dos primeras con 137 votos y la emergencia con 132.

Fue tras un arduo debate reglamentario porque Juliana Di Tullio no aceptaba que esas leyes requieran mayoría agravada, o sea, 129 votos seguros sin importar las presencias.

Consiguió una moción para pedir que se votara por mayoría simple, pero nadie entendió su obstinación porque volvió a conseguir 137 votos. “No sea cosa que algún abogado cuestione estos impuestos”, advirtió Elisa Carrió. El presupuesto se debatió durante 12 horas porque ningún bloque cedió al pedido de la presidencia de reducir el número de oradores. Todos querían hablar.

Al cierre, Di Tullio, acusó a la oposición de “irresponsable” porque en 2010 “dejó a este país sin presupuesto nacional” y vaticinó que el kirchnerismo va a “seguir construyendo presupuestos, porque vamos a volver a ganar dentro de 15 días la elección presidencial”.

Toda la oposición había reclamado que el Gobierno insistiera en aprobar el presupuesto sin conocer quien lo ejecutará, pero el kirchnerismo no escuchó esos reclamos.

Di Tullio lo justificó en que “éste no es un país en crisis, ni con crisis económica, ni con crisis social, como fueron muchos gobiernos”.

Como explicó LPO, la urgencia del Gobierno es por sancionar el plan de obra pública, la mayoría asignada a empresarios amigos como Lázaro Báez. De hecho, el kirchnerismo votó algunas ampliaciones de obras en el debate en particular.

A diferencia de otros años, a ningún diputado le importaron las estimaciones macroeconómicas del Poder Ejecutivo, que indican para el año próximo un crecimiento del 3%, un dólar a 10.60, una inflación de 14,5% y un saldo comercial de 4040 millones dólares. 

El titular de la bancada radical, Mario Negri, apuntó que el ministro de Economía, Axel Kicillof, “se equivoca con el presupuesto” y precisó que “en los últimos siete años el gasto fue ampliado un 25 por ciento, 4 por ciento del PBI, tres veces más que en los primeros años del gobierno de (Néstor) Kirchner”.

Negri ratificó el reclamo de la mayoría de los bloques de la oposición para que el debate se postergara hasta la elección del nuevo presidente, y argumentó que “en los cambios presidenciales” la denominada ley de leyes se aprobó “dos meses o tres meses después” de la asunción del mandatario, y en el caso del radical Ricardo Alfonsín lo tuvieron “ocho meses colgado”.

El macrista Federico Sturzenegger apuntó que “en los últimos años el kirchnerismo nunca cumplió con su presupuesto. Tanto así, que se excedió en gasto durante sus ocho años de gobierno en un presupuesto entero de más”.

“Pedimos que el presupuesto se discuta en diciembre, cuando podamos tener las sugerencias del nuevo gobierno”, indicó el legislador, quien precisó que “si fuera el gobierno de (Mauricio) Macri, nos están faltando acá unos 38.000 millones para la universalización de la Asignación Universal por Hijo y unos 37.000 para programas de mejoramiento educativo”.

En la apertura de la sesión y a la hora de defender la propuesta oficial, el kirchnerista Roberto Feletti había dicho que el Presupuesto "es consistente para enfrentar la restricción del mercado externo y para apuntalar el mercado interno", y resaltó que "el desequilibrio financiero no pasa los 2,6 (puntos) del PBI".

Sin embargo, la oposición apeló a términos como "dibujo", "ficción", "inconsistente" y hasta "pantomima" para rechazar la propuesta que a mediados del mes pasado presentó Kicillof y que prevé una inflación de 14,5 por ciento, un dólar oficial a un promedio de 10,60 pesos, pero que subirá a 11,20 en diciembre del año próximo, y un crecimiento del PBI en torno a 3 por ciento.

El radical Miguel Bazze, vicepresidente de la comisión de Presupuesto, indicó que desde su bloque "no le reconocemos de ninguna manera al actual gobierno la autoridad para dejar instalado el camino de la economía para el año que viene" y evaluó que "es un error" del oficialismo tratar la propuesta antes de las elecciones.

Martín Lousteau (SUMA+Unen) señaló que el tratamiento del proyecto del Gobierno es una "pantomima", definió la propuesta como "una ficción o un problema" y evaluó que la decisión del oficialismo de enviarla antes de que asuma el nuevo presidente es para "mostrar una herencia que no fue".

El mendocino Julio Cobos (UCR) advirtió que el presupuesto para 2016 "va a tener que ser reformulado, gane quien gane" en las próximas elecciones, y reclamó la necesidad de "reformular la política tributaria y energética".

Juan Schiaretti, diputado por Unión por Córdoba y gobernador electo de esa provincia, protestó porque el proyecto "discrimina" a ese distrito, al tiempo que reclamó que "se plantee la distribución de todos los fondos" de Ayuda del Tesoro Nacional.