deuda

Una torpeza de Kicillof ayudaría a los buitres en el juicio contra Argentina

Calificó como "deuda externa" la emisión de bonos, denominación que buscan los holdouts para pedir embargos.

Axel Kicillof cometió una brutalidad que podría ocasionarle graves problemas jurídicos al Gobierno en su pelea con los fondos buitres, que tiene un nuevo capítulo con una audiencia el próximo 1 de diciembre.

Durante una visita a la UBA junto a par de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, y el rector de la Universidad de Buenos Aires, Alberto Barbieri, que suena como próximo ministro de Educación, el ministro reconoció que Argentina está tomando deuda externa, una denominación que los buitres usarán ante Griesa para pedir el embargo de los bonos lanzados esta semana. 

 “Estamos tomando deuda externa para que Argentina sea un país mejor”, lanzó Kicillof, en medio del anuncio de la construcción de un nuevo edificio en la Ciudad Universitaria, que será la sede del Centro Latinoamericano de Formación Interdisciplinaria.

En el acto Kicillof criticó a los economistas del PRO, Federico Sturzenegger y Carlos Melconian, por haber sido funcionarios de gobierno en períodos de endeudamiento. 

“Sturzenegger estuvo en el Magecanje y en el Blindaje” que llevó adelante el gobierno de Fernando de la Rúa, en el tramo final del sistema de Convertibildiad, mientras que Melconía “estuvo con (Domingo) Cavallo cuando se privatizó la deuda externa” durante la dictadura cívico-militar, dijo Kicillof esta tarde durante un acto celebrado en el Ministerio de Ciencia y Tecnología.

El funcionario consideró que en el pasado “se tomaban deudas por motivos financieros, que tenían de fondo cuestiones bancarias o cambiarias, (pero) cada vez se debía más, y se tomaba nuevos préstamos para pagar los anteriores, creando una dependencia del sector financiero”.

Y agregó  que “esas políticas (de endeudamiento) sin ciencia sin salud sin crecimiento, no son una reliquia del pasado, también están hoy vigentes en gran parte del mundo”. No obstante, señaló que “No todo endeudamiento es malo” para diferenciar las emisiones de deuda de este gobierno respecto de las de sus detractores.

El pez por la boca muere

El sincericidio de Kicillof puede salir caro. Ayer la colocación del Bonar20 no llegó ni a la mitad de los US$1500 millones que la cartera de economía había logrado autorizar. 

La apuesta de Kicillof para recuperar reservas del BCRA se vio frustrada por los pedidos de información concedidos por el juez neoyorkino Thomas Griesa a los fondos buitres con la finalidad de embargar los títulos argentinos en el exterior.

Ante esta amenaza, ni los bancos cercanos al ministro como el Deutsche Bank compraron el Bonar20, ya que no podrían negociarlo en el exterior.

La disputa legal en este momento con los buitres pasa por la definición jurídica de la soberanía sobre los bonos, es decir cuándo se considera que una deuda es interna y cuándo se considera que es externa. 

Los abogados que representan a la Argentina frente en el juzgado de Nueva York argumentaron que "el Bonar 24 fue ofrecido exclusivamente en la Argentina y, por lo tanto, no es deuda externa". Por el contrario, según los litigantes que defienden los intereses de los fondos buitre, "el Bonar 24 es deuda externa, ya que así se definen todos los bonos denominados o que se paguen en una divisa que no sea la de curso legal de la República" y esta definición también alcanza al Bonar 20.

Como los holdouts presentaron documentación en junio pasado que permite probar que los títulos argentinos fueron negociados en el exterior, el juez Griesa les concedió un "discovery", una orden judicial que obliga a las operadoras a revelar si poseen Bonar 24. 

La audiencia para la presentación de esta información se fijó para el primero de diciembre. Hasta ese entonces, perdura la incertidumbre acerca de la garantía de cobro de los inversores del exterior  que tengan bonos emitidos bajo ley nacional pero nominados en dólares. En caso de considerarse deuda externa, no solo serían embargables los pagos, sino que los intermediarios serían multados por hallarse en desacato. 

Mientras los defensores del país juran y perjuran que estas emisiones solo fueron ofrecidas en el interior y que se trata exclusivamente de "deuda interna",  el ministro dice públicamente que estamos emitiendo "deuda externa".