Elecciones 2015

Macri mezcló globos con bombos y se relanzó con puteadas

En un acto peronizado, juntó a Carrió, Sanz, Nosiglia y Mércuri. Prometió no hablar por cadena.

Mauricio Macri relanzó su candidatura presidencial en el microestadio de Ferro en un acto inédito para el PRO, que evitó durante más de una década los actos multitudinarios como una manera de diferenciarse del peronismo.

Los organizadores calcularon una asistencia de 5 mil personas en el estadio de Caballito, que el PRO debió apresurarse a reservar luego de que se cayera la organización del evento en la cancha de Argentinos Juniors. El propio Macri sugirió que el kirchnerismo le programó el partido del equipo de La Paternal a la misma hora de su acto para dejarlo sin estadio.

El líder del PRO juntó a Elisa Carrió con el histórico operador radical Enrique “Coti” Nosiglia y a la primera plana del radicalismo encabezada por Ernesto Sanz, pero también a algunos dirigentes peronistas como Osvaldo Mércuri, Carlos Reutemann y Gerónimo “Momo” Venegas.

La disposición del escenario fue al estilo town hall meeting que patentó el norteamericano Bill Clinton en su campaña presidencial de 1996 y que consiste en que el candidato hable en el centro del estadio dirigiéndose al público en 360º.

La estética pelotero del PRO de globos y papelitos de colores se mezcló con los bombos y los colectivos que trajeron militantes del Conurbano, que el jefe de gobierno había pedido disimular. El discurso de Macri también se peronizó, como el propio dirigente viene haciendo en las semanas finales antes del 25 de octubre, donde acumulará fotos con Hugo Moyano, Eduardo Duhalde y Adolfo Rodríguez Saá.

En ese sentido, su intervención estuvo cargada de guiños a políticos duros, muy lejanos a la “nueva política” que profesa buena parte de su partido, como Venegas –a quien mencionó más veces que a nadie-, el “Lole”, y los radicales Ricardo Colombi y Gerardo Morales. 

La disposición del escenario fue al estilo town hall meeting que patentó el norteamericano Bill Clinton en su campaña presidencial de 1996.

"Con Gerardo arrancamos a las piñas y ahora estamos de novios", bromeó con el jujeño el candidato de Cambiemos, que por primera vez en su carrera apeló a las puteadas para levantar al público.

"En 2005, cuando no era mi novia, me cagó a patadas en la campaña", confesó Macri antes de pedirle un beso a Carrió, que fue la primera oradora del encuentro, sucedida por Sanz y Gabriela Michetti.

“No vamos a hablar por cadena nacional”, prometió el líder del PRO y luego argumentó: “Querés ver la novela a las 7 de la tarde y que no te jodan”, le dijo a una docente del público.

Acaso adelantándose a un posible ballotage contra Daniel Scioli, Macri convocó a "representar al 60 por ciento de los argentinos que quieren un cambio" e hizo un llamado a "los socialistas y peronistas que no están de acuerdo con el kirchnerismo".

Luego vaticinó que Sanz será “un ministro de Justicia histórico”, con el que planea “respetar la independencia de la Justicia”, y prometió que no le va “a quitar la ayuda a social a nadie".

“¡A esta Argentina la hacemos todos juntos, carajo!”, gritó Macri en el final de su discurso.