Una cumbre secreta en Córdoba con delasotistas analizó cortar boleta a favor de Scioli
La presencia de Juan Schiaretti en el escenario del estadio Orfeo, donde Sergio Massa recibió una nueva bendición del peronismo cordobés, buscó despejar los nubarrones que había provocado la esposa del gobernador electo, Alejandra Vigo, al elogiar a Karina Rabolini.
Vigo se había fotografiado con Rabolini y hasta pronosticó que sería la primera dama, lo que, claro, equivalía a confiar en el triunfo de Daniel Scioli en la elección presidencial.
La pregunta del millón en el peronismo cordobés era si Vigo había actuado por cuenta propia o por indicación de Schiaretti.
El presidente del PJ cordobés, Carlos Caserio, además primer candidato a senador nacional, ratificó el alineamiento del partido con Massa y realizó algunas aclaraciones que desacomodaron a Vigo.
“Creo que todas las declaraciones fueron una confusión que está absolutamente aclaradas por Alejandra. Ella es una dirigente nuestra, y no tengo dudas que va a estar detrás de las decisiones del peronismo”, dijo Caserio colocando a la esposa de Schiaretti en el andarivel en el que debe caminar.
“A veces, las personas que se conocen se tratan cordialmente y después las cosas se interpretan de otro modo; ya ella lo aclaró por todos los medios nacionales, Alejandra es una dirigente que queremos y va a trabajar al lado nuestro como lo hizo toda la vida”, agregó.
El gobernador electo mantiene con Scioli una mejor relación que De la Sota. El bonaerense ha prometido que de ganar en octubre cumplirá con devolver a la provincia de Córdoba lo que se le adeuda, y asegura que trabajará con Schiaretti.
El enlace entre las esposas de Scioli y de Schiaretti ocurrió apenas unas horas después de que Massa le prometiera a De la Sota que sería el jefe de Gabinete de su gobierno. Para peor, apenas antes de que el tigrense llegue a Córdoba para un nuevo acto.
Fuentes del entorno delasotista que consultó LPO descalificaron a Vigo, asegurando que no hay detrás de esa foto un plan urdido para jugar a dos puntas con Massa y con Scioli.
Massa, reafirman, es el candidato del peronismo cordobés, y no de otro modo puede entenderse el acto de anoche y la estrecha relación del tigrense con De la Sota. Incluso, Massa agregó al actual ministro de Desarrollo Social, Daniel Passerini, como otro integrante cordobés de su futuro gabinete.
De todas maneras, Vigo siempre mueve las piezas como le indica su marido, por lo que las dudas sobre el posicionamiento de Schiaretti para la elección de octubre no quedaron totalmente despejadas.
En Córdoba han trascendido reuniones de dirigentes del peronismo capitalino con Scioli, el viernes pasado, y que en esos encuentros se barajó la opción de que se corte boleta, de modo de votar a los candidatos a diputados nacionales de UNA y a la boleta presidencial del Frente para la Victoria.
Schiaretti está interesado en mantener una buena relación con quien puede ser el próximo presidente, para facilitar su gestión en el Panal, la casa de gobierno cordobesa.