Senado

Pichetto dijo que el Senado sesiona poco porque no ganan bien

El jefe de bloque FpV quiso terminar rápido la sesión y le pidieron trabajar. “¡Por lo que nos pagan!”, respondió.

Miguel Pichetto no está en un buen momento. Su aplastante derrota en Río Negro y la incertidumbre sobre su futuro lo tienen molesto, más agresivo que de costumbre y preso de sincericidios como el de hoy, cuando en plena sesión consideró escasos los 80 mil pesos que percibe como senador.

La escena comenzó cuando Amado Boudou leyó la lista de oradores para el proyecto sobre estatización de acciones del Estado en empresas y, al parecer, era más larga de lo esperado por Pichetto.

“¡Por favor señor presidente! ¡Tengamos un poco de criterio! Nuestro bloque tiene un solo orador. Estamos en campaña. Los senadores se tienen que volver a sus provincias. Tengamos media neurona”, le protestó el rionegrino a Boudou.

“Usted no le puede imponer sus criterios a los demás”, respondió el vicepresidente, quien ya ni intenta un pacto de convivencia con el jefe del bloque oficialista.

Pidió la palabra Negre de Alonso, la senadora más antigua y tal vez más respetada del recinto. “Después no nos quejemos que los medios dicen que tenemos paralizado el Senado”, reprochó.

El interminable calendario electoral complicó la actividad del Senado, donde hubo nueve sesiones y una actividad casi nula en las comisiones.

Pichetto no quería seguir la discusión pero no pudo contenerse. Se echó atrás, se inclinó en dirección a la senadora puntana y se despachó fuera de micrófono. “¿Y qué querés? Por lo que nos pagan….”, ironizó.

Scioli le ofreció el ministerio del Interior, pero Pichetto no quiere renunciara  los cuatro años de mandato que le quedan como senador.

Por un acuerdo entre Amado Boudou y Julián Domínguez desde hace cuatro años las dietas de los legisladores se actualizan anualmente con el aumento que el año anterior haya logrado el personal legislativo.

Con el último aumento los senadores perciben cerca de 80 mil pesos de ingreso bruto, aunque a diferencia de los jueces deben pagar impuesto a las ganancias.

Pueden compensarlo con los 10 mil pesos por gastos de representación y la venta de una parte de los 20 pasajes aéreos y 20 terrestres que reciben. Por un artilugio reglamentario, pueden canjear por plata los que no utilicen y engrosar su salario.

En rigor lo que le ocurre a Pichetto no es un problema de estrecheces económicas, sino más bien de cierto hastío por la pulverización de su eterno proyecto político de gobernar Río Negro. Hastiado de perder, anunció que este será el último año que presida el bloque, aún en el caso que gane la presidencia su amigo Daniel Scioli.

Para esa posición ya pica en punta el salteño Rodolfo Urtubey, apalancado en la gran sintonía de su hermano el gobernador con el candidato a presidente del oficialismo. Contemplativo, Scioli tentó a Pichetto con un eventual ministerio del Interior, pero el rionegrino no mostró entusiasmo, cree que es más seguro disfrutar los cuatro años que le quedan de mandato, aunque sea como senador raso.