Elecciones 2015

Lingeri presiona a Scioli para que si gana convierta a Aysa en Obras Sanitarias

El gremialista quiere retener el control de la compañía y extender su operación a todo el país.

Tomó como excusa un recordatorio de los nueve años de vida que lleva la empresa estatal AySA. Pero el objetivo político fue pasarle un mensaje concreto al candidato presidencial del oficialismo, Daniel Scioli.

El timonel del gremio de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri, salió en los últimos días a “abrir el paraguas” ante los tiempos de cambios que se avecinan y a colocar sobre el tapete los compromisos que Scioli asumió frente a los trabajadores del sector.

Por medio de amplias y coloridas solicitadas en los principales diarios, Lingeri –el ex menemista que ahora se muestra como un “kirchnerista independiente” dentro de la CGT oficialista—destacó la gestión de AySA desde 2006 hasta 2015, poniendo especialmente de relieve la expansión de los servicios de agua potable y desagües cloacales registrada en el partido de La Matanza.

La aparición en escena de AySA –que según los datos de Lingeri ha invertido 23.490 millones de pesos en los últimos años—no resulta para nada casual.

Desde su nacimiento -tras el quite de la concesión a Aguas Argentinas que controlaba el grupo francés Suez-, AySA mantiene un presidente inamovible. Se trata del platense, Carlos Ben, el referente del gremio y socio político de Lingeri.

Formado en la ex Obras Sanitarias, Ben pasó por varias gerencias de Aguas Argentinas hasta que recaló en el directorio de la empresa como representante de los trabajadores.

Tras una activa participación en el proceso de reestatización, Ben accedió a la presidencia de AYSA con el respaldo del gremio y un acuerdo de reparto de funciones con el titular de Planificación, Julio De Vido.

El ministerio pasó a controlar las millonarias adjudicaciones y los pagos de las obras encaradas por AySA, mientras que Ben y el gremio se quedaron con el manejo diario de la empresa con una gestión ordenada que no le ha generado problemas operativos, ni conflictos laborales al Gobierno.

Ahora la apuesta de Lingeri -que fue reelecto el año pasado como secretario general del del Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias (SGBATOS)- es mantener a Ben al frente de AySA después del 10 de diciembre.

Además de bajarle ese mensaje, Lingeri le dejó en claro a Scioli que el gremio lo apoyará en las elecciones y le exigirá el cumplimiento de las dos promesas salientes que hizo hace algunas semanas en la federación nacional de los trabajadores de Obras Sanitarias (FENTOS).

Se trata de la puesta en marcha de un “plan nacional de saneamiento” para ampliar los servicios a las provincias más atrasadas y la creación y manejo de un “fondo específico para obras de agua potable y saneamiento”.

Lingeri quiere que su gremio se convierta en un protagonista relevante del plan federal de obras que impulsa el candidato del Frente para la Victoria.

A cambio de esa participación, Lingeri sería uno de los primeros en salir a apoyar el “acuerdo social” que está planteando Scioli como una de sus primeras medidas al frente de la Casa Rosada.

Pero más allá de las obras e inversiones que se lleven adelante, Lingeri y sus asesores no descartan que con el próximo gobierno se pueda empezar a reconstituir lo que fue la gran empresa estatal Obras Sanitarias de la Nación (OSN) con la transferencia al ámbito nacional de los servicios de agua potable y saneamiento que actualmente operan algunas provincias.