Chubut

Buzzi echó a la funcionaria que gastó 30 mil pesos en una lapicera para Scioli

La directora de ceremonial Sandra Sosa debió renunciar. También se renovó a la cúpula policial.

La directora de Protocolo y Ceremonial de Chubut, Sandra Sosa, presentó la renuncia a su cargo luego de conocerse que gastó 30 mil pesos en una lapicera

El alto costo del obsequio fue publicado la semana pasada en el Boletín Oficial de Chubut, donde se precisó que la lapicera fue comprada en la joyería Bianchi Bones para entregársela a Scioli durante su visita del 20 de diciembre.

Sosa es una histórica empleada de la Legislatura chubutense y hace un año desembarcó en la Dirección de Protocolo y Ceremonial para iniciar su campaña de Buzzi por la reelección.

En las primarias el gobernador tuvo un resultado mejor al esperado: ganó 90 a 10 la interna a Miguel Díaz y entre ambos sumaron más puntos que Mario Das Neves, quien busca volver y compite sin candidato presidencial.

Para octubre Das Neves apuesta a robar los 10 puntos de Díaz. Buzzi está alerta y ya le prometió a su verdugo que si no lo traiciona y lo ayuda a ganar tendrá un lugar seguro en el próximo Gabinete.

En este contexto, el papelón de la lapicera fue un golpe duro y alguien tenía que pagarlo. “La salida no es oficial, pero está claro que nadie renuncia por su cuenta”, confirmaron a LPO fuentes cercanas al Gobernador.

La incógnita que hay cerca de Buzzi es cómo fue que la compra fue publicada en el Boletín Oficial ocho meses después y en medio de una reñida campaña electoral. Los empleados de la Gobernación están en la mira.

Como muestra d ela crisis, ayer Buzzi desplazó también al secretario de Seguridad Osvaldo Martínez Conti y con él a toda la cúpula de la policía provincial.

Martínez Conti había negado su salida en un comienzo pero luego el propio Gobernador la confirmó aún cuando ni siquiera definió a su reemplazante. Suena Federico Massoni, cercano a su vocero Daniel Taito, quien arrastra varias causas por corrupción.   

“Necesitábamos oxigenar la fuerza”, fue la explicación oficial, una forma de admitir que temen otra traición interna.

Otras versiones indican que el ahora ex secretario de Seguridad era acusado de supuestas actividades de espionaje a empresarios y periodista y Buzzi evitó sufrir otro golpe en la opinión pública.