Tucumán

El kirchnerismo se negó a repudiar la represión de Alperovich en Tucumán

El FPV no avaló los repudios en el Congreso. “Usan la policía de Bussi para reprimir”, denunció Cano.

El kirchnerismo no quiso pronunciarse en contra de la represión de la policía de José Alperovich contra los tucumanos que el lunes se concentrar en la plaza principal para denunciar fraude en los comicios del domingo.

En Diputados ni en Senadores el bloque del FpV votó en contra de los planteos opositores para repudiar los hechos de violencia. Para disimular, propuso consensuar documentos en Comisión más adelante.

En cada recinto había protagonistas directos de la escandalosa elección del domingo. El candidato radical José Cano es diputado y en el Senado hay tres figuras que se hicieron escuchar estos días.

Son la radical Silva Pérez, quien en lunes irrumpió en la Gobernación tucumana para frenar la represión; Beatriz Rojkés de Alperovich, esposa del gobernador; y su par Sergio Mansilla, el furioso oficialista que el domingo dijo que sólo lo sacarían de su banca “con los pies para adelante”.

Cano arribó a Diputados a la 14.18 cuando empezaban a tratarse los pedidos de preferencia. Mario Negri, el jefe del bloque UCR, propuso debatir cuatro proyectos para repudiar los incidentes de Tucumán y el asesinato de Ariel Velázquez, el jujeño que militaba para Gerardo Morales y era afiliado de Tupac Amaru, otro tema que el kirchnerismo no quiso tratar. 

“Estamos en un sistema prebendarlo que nos obliga a competir contra el Estado. El gobierno eligió a los gobernadores feudales, con sistemas preexistentes a las provincias”, reclamó.

Ivana Bianchi, de Compromiso Federal, también presentó un proyecto para repudiar los incidentes.

“Estamos en contra de cualquier hecho de violencia policial. Fuimos víctimas de cárcel, fraude, persecución y muerte. Pero repudiamos el uso político que están haciendo”, reclamó Juliana Di Tullio, jefa del bloque oficialista.

Propuso, sin mayores precisiones, cancelar el tema y discutir un proyecto más amplio sobre violencia policial. La oposición insistió con tratar los pedidos de repudio presentados y perdió la votación 80 a 124.

Después llegó el turno de Cano, quien junto a sus coterráneos Juan Casañas y Luis Sacca pegó en sus bancas carteles con imágenes de la violencia policial.

Planteó una cuestión de privilegio contra Alperovich, el jefe de policía Bustamante y Daniel Scioli, pero la mayoría de los diputados oficialistas se fueron y dejaron la sesión sin quórum.

"Pedimos que la Cámara de Diputados se exprese y pida los informes necesarios para saber qué rol cumplen en la democracia argentina. No se trata de ganar o de perder una elección, pero hay cuestiones que no se pueden legitimar".

“La gente salió a reclamar el fin de un sistema feudal que cree que el Estado le pertenece. La policía representa la historia más negra de la policía. El D2 es la inteligencia de Bussi, que nos persigue a nosotros pero no sabe por donde entra la droga”, denunció Cano. No había oficialistas que lo escucharan.

La tensión del Senado

En la Cámara alta se dio un dura discusión, que terminó con un lacrimógeno discurso de Beatriz Rojkés de Alperovich, quien sugirió que la radical Silvia Elías de Pérez era una merecida víctima de violencia de género.

“Esperaba que alguien de la banca de la mujer salga a defender a esta pobre mujer, que le encanta la violencia, porque lo que se da en un matrimonio es de a dos”, dijo la esposa del Gobernador.

Antes la había acusado de aprovechar incidentes “ocasionaros por un policía que activó el matafuego” para mostrarse por todos los medios.

Elías de Pérez había pedido tratar un proyecto para repudiar la represión de Tucumán. Para evitar suspicacias escribió un texto simple, que sólo rechazaba “la represión policial” y no hacía referencia a las denuncias de fraude.

Pero Miguel Pichetto, por pedido de Beatriz Rojkés en el propio recinto, ordenó votarlo en contra y plantear un debate en comisión con fecha indefinida. Alcanzó con la mano alzada del oficialismo para cerrar un arduo debate.

“Hemos visto de manera desesperada cómo hacían intervenir a la policía montada, como en la época más negra de la dictadura, y cómo disparaban con balas de goma directamente a la gente", ".

"La gente se manifestaba de forma pacífica. No estaban a favor de nadie ni pidiendo por ningún candidato Pedían transparencia y recibieron una brutal represión de la policía".

"Se dice que no se sabe quién dio la orden. Pensar que una policía puede actuar de forma autónoma da pavor", señaló.

Mansilla fue provocador: pegó un cartel en su banca con la inscripción “Manzur 54 – Cano 40”, en referencia al escrutinio provisorio, que terminó con sólo el 80% de las urnas contabilizadas.

"Le ganamos, tengan la grandeza de reconocer que fueron los perdedores", enfatizó el senador tucumano y agregó que "fueron elecciones transparentes".

"Electoralmente no acatan hoy, cuando todo el mundo dice que (las elecciones) han sido ganadas por el Frente para la Victoria, no hay un punto y medio, no reconocen la derrota", se quejó.

"Estamos esperando que se abran todas las urnas, sabemos que no hubo fraude", dijo y agregó que "senadores sepan que en Tucumán hubo una elección y la ganó el pueblo, son 14 puntos de diferencia, siguen enfrentando a los tucumanos".

La UCR acompañó con encendidos discursos de Luis Naidenoff y Juan Carlos Marino, pero todo no lograron torcer el brazo del FpV, sobre todo tras las violentas palabras de la esposa de Alperovich.

“Hablar de clientelismo político y compra de votos es algo que ofende a los votantes de la provincia. Han insultado a mi familia”, se indignó. Y luego le propinó un golpe bajo a Pérez, de los peores que se recuerden en el Senado.