El peronista opositor Alfaro ganó la capital de Tucumán y temen que acuerde con Manzur y Scioli
El peronista Germán Alfaro es el nuevo intendente de la ciudad de Tucumán y por lo tanto la segunda figura política de la provincia, convulsionada por la conflictiva elección de ayer que terminó con escenas violentas y denuncias de fraude.
Alfaro es secretario de Gobierno del municipio y reemplazará a Domingo Amaya, un histórico dirigente peronista que rompió con Alperovich y acompañó en la fórmula al radical José Cano. Según un polémico escrutinio provisorio que ni siquiera finalizó, ayer cayeron por escaso margen contra el ministro de Salud Juan Manzur.
Amaya se hizo sentir: ayer Cano habría ganado por 20 puntos en la Capital, una diferencia que según sus allegados difícilmente Manzur haya podido descontar en el resto de la provincia. De ahí las denuncias sobre adulteración de telegramas.
Alfaro le ganó por 10 puntos al kirchnerista Pablo Yedlin y su futuro político quedó en el centro de especulaciones, porque nadie sabe con certeza cómo se moverá en las generales de octubre y muchos especulan que podría mutarse al oficialismo.
“Sabemos que Amaya y Alfaro son peronistas y hablan con Manzur y Scioli”, admitieron a LPO desde el equipo de campaña de Cano.
La diferencia entre el resultado de Cano y el de Cambiemos en las primarias ya es motivo de múltiples conjeturas. El 9 de agosto Scioli ganó con el 57% de los votos en Tucumán y triunfó en zonas que ayer le fueron hostiles a Manzur como la Capital, donde se impuso a Macri por 42 a 26.
En la UCR lo adjudican el fracaso de Cambiemos a problemas en la fiscalización por los militantes que envió el PRO, la mayoría voluntarios.
“Les asignamos la mitad de las escuelas y en la mayoría ni aparecieron. Si realmente quieren cambiar el resultado en octubre que nos dejen todo a nosotros”, repiten.
En la capital, que concentra el 50% del padrón tucumano, Amaya no apoyó a Cambiemos y difícilmente lo haga Alfaro.
El aún intendente de la Capital había apoyado a Sergio Massa, luego rompió relaciones, pero José Manuel De la Sota lo acercó al frente con foto incluida. El tigrense igual presentó una lista legislativa propia pero quedó lejos del FpV y Cambiemos.
En octubre será otra historia, aunque nadie sabe cuanto cambiará. En el Frente Renovador dudan de Amaya y Alfaro y creen que perderán en manos de Scioli parte de los 16 puntos cosechados por UNA en las primarias. No sería una buena noticia para Macri, que apuesta a no perder por tanto en la provincia azucarera.