Inflación

El Club de los Devaluadores tiene presidente: Kicillof

En plena campaña el oficialismo dice que no hará lo que ya hizo. La evolución del peso en el segundo mandato de Cristina.

 El 10 de diciembre de 2007, día en que Cristina Fernández deKirchner asumió su primer mandato presidencial se necesitaban 3,15 pesos paracomprar un dólar. Todo aquél que quería comprar dólares lo podía hacerlibremente. El gobierno le pedía a los exportadores que no liquiden de golpelas divisas para no presionar “a la baja” el tipo de cambio. Los exportadoresle vendían dólares al Central y los pesos que emitía el Central para compraresos dólares “complicaban” al gobierno porque para “sostener” el tipo de cambioaumentaba la base monetaria mas que la demanda de dinero. El gobierno era elque “sostenía” el tipo de cambio. De no hacerlo el tipo de cambio nominalhubiera sido menor.

Como en economía se pueden hacer muchas cosas menos magia, “elcosto de sostener” el tipo de cambio nominal lo empezamos a “pagar” con unainflación incipiente. De esa forma el tipo de cambio “nominal” se sostenía perobajaba el tipo de cambio “real” por el efecto de la inflación. Ante eso elgobierno decidió “romper el termómetro” y profundizó la intervención en elIndec para dibujar los índices de inflación. El gobierno pensaba combatir la fiebrerompiendo el termómetro, práctica que afortunadamente no adoptamos los padrescon nuestros hijos cuando se enferman ni es recomendada por ningún médico (porsuerte no hay muchos científicos que lleven a su disciplinas las prácticas Kpara la liberación).

Incluso el actual Ministro de Economía, que en ese momento sededicaba a subsidiarle los pasajes de avión a las clases medias y altas con laplata de los mas pobres que habitualmente viajan en ferrocarriles que no frenano descarrilan, también criticaba los dibujos en los números del Indec.

El 31 de julio próximo pasado se necesitaban 9,195 pesos paracomprar un dólar. Casi 3 veces más que cuando asumió nuestra Presidenta, quealguna vez dijo que para devaluar abría que buscar otro Presidente. Curiosocaso de hipocresía o bipolaridad.

No sólo necesitamos 3 veces mas pesos que antes para comprar un dólar“oficial”, sino que ahora muy pocos lo pueden hacer. La AFIP limita las comprasde aquellos que no tienen la suerte de poder viajar al exterior y gastar contarjetas de créditos internacionales. Antes, todos los sectores sociales podíancomprar libremente dólares “oficiales”, hoy sólo lo pueden hacer las clasesmedias y altas. Hoy los sectores de menores recursos apenas si llegan a fin demes. A esto algunos lo llaman Progresismo. Progresivamente fuimos “expulsando”a los sectores de ingresos medios y bajos de su capacidad de ahorro, leslimitamos sus opciones de ahorro, les cobramos el impuesto inflacionario y elimpuesto a las ganancias. Progresivamente fuimos destruyendo empleos formales yaumentamos la pobreza. Delicias de la liberación.

En plena campaña electoral el oficialismo intenta hacernos creerque no hará lo que ya hizo. Nuncadevaluamos ni lo volveremos a hacer, sería un buen slogan de campaña paralos candidatos oficialistas.

¿Qué entendemos por devaluación? Muchos confundendevaluar/revaluar con la modificación del tipo de cambio entre el peso y elresto de las divisas. En rigor, el peso se devalúa cuando necesitamos mas pesospara comprar los mismos bienes que antes. Mientras cada día necesitamos maspesos para comprar los mismos bienes, nuestra moneda pierde valor. En esecontexto, si no modificamos el tipo de cambio sólo logramos que se “retrase” elvalor de las monedas respecto al resto.

Si cada día necesitamos mas pesos para comprar un litro de leche,un kilo de pan o un kilo de tomates (que alguien le avise al Ministro deEconomía que los tomates los argentinos no los compramos por docena) de pocosirve que mantengamos artificialmente bajo el “precio” de otras monedas. Sóloagrava el problema.

El problema de fondo no es el tipo de cambio nominal. A fines del2013, principios del 2014 el gobierno promovió una brusca modificación del tipode cambio. Tan brusca como inútil, porque como no controló la inflación hoyestamos peor que ese momento, sólo que mucho mas pobres. Por eso el gobiernodejó de medir la pobreza.

Si la gente percibe que un bien “no aumentó” mientras el resto sílo hizo, lo que va a hacer es demandar el bien mas barato. Los argentinos nosomos expertos en teoría monetaria pero sabemos darnos cuenta cuando quienesnos gobiernan nos quieren vender un buzón. Resultado: Ni el atraso cambiario,ni el cepo, ni la Gendarmería persiguiendo arbolitos resuelven el problema. Dicho sea de paso, ¿Por qué en el 2007 nohabía arbolitos?, ¿Por qué durante la Presidencia de Néstor Kirchner la genteno se desesperaba por comprar “dólar ahorro”?.

Días pasados el Presidente del Banco Central sostuvo que sacar elcepo sería una medida liberal. Siguiendo ese particular razonamiento, NéstorCarlos Kirchner era liberal. Durante su presidencia nunca hubo cepo y permitióque todo aquél que quisiera dólares pudiera comprarlos. Como gobernador no dudóen sacar divisas provinciales del país y como esposo de la Presidenta no dudóen comprar el máximo de dólares permitido antes de una brusca modificación deltipo de cambio.

Uno de los pocos podios que ocupa nuestro país es el de lainflación (aún considerando los datos oficiales). Hace unos años crecíamos atasas chinas y hoy tenemos inflación venezolana. Hace ya por lo menos dos añosque mas de 150 países crecen mas que nosotros. Hace unos años la Presidenta sostuvoque si la inflación fuera del 25% la economía volaría por el aire. Ahora elMinistro de Economía nos quiere hacer creer que con una inflación oficial del25% la economía no tiene ningún problema. ¿En qué quedamos?.

Desde las hiperinflaciones de Alfonsín y Menem, nadie dañó tantoel poder adquisitivo de nuestra moneda como Cristina Fernández de Kirchner. Entanto que Kicillof ostenta el dudoso mérito de ser el responsable de los mayoresíndices de inflación de toda la era Cristinista. Durante su gestión comoMinistro el empleo cayó, la industria cayó, las exportaciones cayeron, elconsumo real cayó, el ingreso real de quienes menos ingresos tienen cayó ydevaluó el poder de compra como nadie lo hizo en los últimos tiempos.

Bien merecido pues señor Ministro su nuevo cargo de Presidente delClub de los Devaluadores, que no le otorga inmunidad judicial a futuro perohace justicia con su gestión, plagada de malas noticias y peores resultados,para todos y todas.