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Scioli y Macri no descartan lanzar un blanqueo para traer dólares de Suiza

En el 2018 el país helvético terminará con el secreto bancario y dejará de ser un paríso fiscal. Cuánto podrían conseguir.

 Daniel Scioli y Mauricio Macri no descartan implementar un blanqueo de capitales al inicio de su mandato, para conseguir dólares en negro que permitan sortear en el corto plazo la escasez de divisas.

Los dos candidatos presidenciales con más chances de ganar según las últimas encuestas tendrán un contexto favorable para implementar esta iniciativa: a partir de 2018, Suiza, un destino clásico para fugar divisas, implementará el intercambio de información automática en materia fiscal, lo que en los hechos implicará el fin del secreto bancario para las miles de cuentas no declaradas que existen en el país helvético.

Este giro se da en el marco del acuerdo firmado el año pasado en Berlín en por un voluminoso grupo de países que son utilizados como refugio bancario. Esos territorios se comprometieron a brindar los datos financieros de los contribuyentes de manera automática a partir del 2017. La iniciativa fue impulsada por las principales potencias europeas y los Estados Unidos, que encabezan una cruzada contra los paraísos fiscales.

Lo cierto es que con un blanqueo tanto Macri como Scioli podrían aprovechar ese contexto para captar fondos en negro depositados en el exterior. Y si bien esa plata puede ir a parar a otras plazas financieras, ya no es tan sencillo mantener dinero no declarado en el exterior. Los bancos, en especial los suizos, están afrontando severas multas en Europa y EE.UU. por haber actuado como plataformas para la evasión de impuestos, tal como publicó hoy Ámbito Financiero.

Mientras tanto, en la Argentina la AFIP no se quedó atrás y cerró en paralelo un gran número de acuerdos con países para el intercambio de información impositiva. Fue en ese marco que Ricardo Echegaray denunció a fines del año pasado a más de 4040 cuentas no declaradas en el HSBC suizo, aunque nunca reveló la lista original que le fue concedida por parte del gobierno francés. A partir de allí, se creó una bicameral en el Congreso en donde fueron citados expertos en lavado y banqueros y que incluyó hasta una gira por París.

Según pudo saber este medio, parte de ese dinero ya comenzó a fluir hacia la Argentina. El propio titular de la Afip lo confirmó en una de esas reuniones de comisión, cuando reconoció que muchos de esos titulares de las cuentas admitieron su existencia y aceptaron declarar los fondos.

Actualmente, existen dos mecanismos para blanquear dinero en negro, ideados en el 2013 por el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno, un obsesionado por incorporar al circuito formal la plata no declarada. Uno de ellos es el Cedin, que se utiliza para inversiones inmobiliarias. El otro es el Baade, un bono que paga un rendimiento del 7% anual para financiar obras energéticas y de infraestructura.

Sin embargo, el escenario que abrirá el próximo gobierno puede fomentar a los tenedores de esos fondos a “repatriarlos”. En ese sentido, dependerá de si el sucesor de Cristina Kirchner ofrece una zanahoria mayor que la que hay hoy con el Baade y el Cedin y así lograr un resultado más holgado del que mostró el blanqueo de Moreno, que se sirva para sumar reservas.

“Es una medida que no resuelve el problema de fondo y además tiene un costo político considerable”, analizaba un economista cercano al PRO. Aunque según sus cálculos, por esta vía podrían ingresar unos U$S5000 millones, el 10% de lo que, estimó, tienen los argentinos en el exterior sin declarar (U$S50 mil millones). No es un monto despreciable para un Banco Central cuyas reservas se ubicarán, con toda la furia, en U$S27000 millones.

De acuerdo al periodista Guillermo Laborda, podrían conseguirse bastante más, entre U$S8000 y U$S10000 millones. Las cifras oscilan dependiendo de la fuente que se tome como referencia. Para la Tax Justice Network, hay 400.000 millones de dólares de argentinos en el exterior sin declarar. Otros cálculos más serios estiman en 180.000 millones los dólares de argentinos en el exterior, en cajas de seguridad o en el "colchón". Una parte significativa de ellos no está declarada.

El economista consultado por este medio, ligado al partido amarillo, advierte que todo dependerá de cómo se llegue a diciembre. “No es lo mismo llegar con un blue a $12 que a $15, o que te pidan la aceleración de los bonos”, como ya amenazó el fondo buitre Owl Creek, razonaba.

El nivel de reservas, y las eventuales decisiones que puede tomar Griesa en los tribunales de Nueva York respecto al Bonar 2024(el único instrumento que tiene el gobierno para emitir deuda en el exterior), son los otros frentes que definirán el margen de maniobra para negociar con los holdouts y las vías que permitan conseguir dólares.