Caso Nisman

La fiscal Fein se prepara para dictaminar que Nisman se suicidó

No obtuvo pruebas de una segunda persona en el departamento ni de amenazas que hayan inducido el deceso.

A días de cumplirse los seis meses de la muerte del fiscal Alberto Nisman, aunque aún no se sabe si será el sábado o domingo el aniversario porque todavía no se determinó el día y la hora de su muerte, la fiscal Viviana Fein, se encamina a cerrar la investigación con la hipótesis de suicidio.

La fiscal todavía espera el resultado de pericias informáticas y entrecruzamientos de llamados, pero hasta ahora no encontró pruebas para sostener la hipótesis del asesinato o el suicidio inducido.

Para explorar esta última hipótesis inició hace dos meses un trabajo conjunto con la División de Fraude Bancario de la Policía Federal para investigar un posible “móvil económico”, así como presuntas amenazas detrás de la muerte de Nisman.

Sin embargo, según afirmaron a LPO allegados a la fiscal, Fein aclara que por ahora no encontró pruebas sobre la presencia de una segunda persona en el baño donde se halló el cuerpo de Nisman. Tampoco existen pruebas de amenazas o inducción al suicidio.

Mientras, espera resultados de una empresa argentina de software que analiza si la computadora de Nisman pudo encenderse sola el domingo por la mañana entre las 7.30 y 8 o la encendió el mismo fiscal ya que habría rastros de que podría haber visitado diarios en la web y leído mails.

Esta empresa informática que firmó un contrato de confidencialidad para que no se filtre información, analiza si el teléfono y la computadora de Nisman tenía un Troyano o sólo un virus.

Si fuera un Troyano podrían haber estado espiándole los mails, mensajes de texto y WhatsApp, e incluso podrían haber activado el aparato desde fuera del departamento de Le Parc, explicaron a LPO peritos vinculados a la causa.

Si se tratara de un virus las derivaciones serían menos inquietantes, porque no habría estado “digitado” por otras personas.

Fein y su equipo solicitaron información a Yahoo y Google sobre la dependencia de los locks o IP de la computadora. Ambas empresas habrían coincidido en que esas llaves de acceso a la información se obtienen desde la central de Argentina. Aunque algunos contenidos provienen desde el exterior.

También concordaron los expertos de ambas empresas en que los IP privados pertenecían a Nisman y los públicos a las empresas.

La fiscalía espera además los últimos resultados de la División Ciber Crimen de la Policía Metropolitana sobre los contactos, conversaciones y mensajes del fiscal antes de morir.

Sin embargo, según pudo reconstruir LPO la finalización de estas pericias en los teléfonos podrían dar datos certeros que complementen los posibles “móviles” que habrían generado la muerte de Nisman.

Los rastros de Stiusso

Además, una prueba contundente podría dar un giro a la causa que mantiene en vilo al poder. Se puso en marcha un entrecruzamiento de llamados y mensajes de las flotas de Nextel del ex espía Jaime Stiuso.

Se intenta determinar no sólo los contactos y últimos nexos incluso con un plazo de un mes posterior al fallecimiento, a finales de enero de este año e incluso febrero, sino también determinar a los portadores de esos teléfonos.

Esta prueba de “rigurosa exactitud”, según las fuentes, la lleva a cabo la División de Fraude Bancario y además de la flota de Stiusso, de más de 240 teléfonos, profundiza en otras tantas que aparecieron dependientes de otros personajes y protagonistas que rodeaban a Nisman.