Trumpgate

¿Cuál es el costo del racismo de Donald Trump?

Las declaraciones racistas de Trump podrían costarle millones de dólares a él y a los republicanos millones de votos.

Donald J. Trump es hijo de Fred Trump y nieto de Friedrich Drumpf, un inmigrante alemán que llegó a América a finales del siglo XIX. Su mamá era también inmigrante, originaria de Escocia. El padre de Trump hizo una fortuna construyendo desarrollos inmobiliarios para familias de recursos bajos en la misma ciudad que su hijo tomaría como inspiración para sus rascacielos, monumentos a la frivolidad y el mal gusto a los que corona con su modificado apellido en enormes letras doradas.

A pesar de haber cultivado la imagen de implacable negociador y astuto hombre de negocios, la verdad es que The Donald, como es conocido en los medios norteamericanos, ha tenido tantos fracasos que empresas de su propiedad han declarado bancarrota en cuatro ocasiones, y ha tenido que cerrar una docena de negocios. En los 90 estuvo cerca de tener que declarar bancarrota personal, aunque finalmente logró salvar su nombre.

Entre los negocios que Trump ha arruinado se encuentra la aerolínea Eastern Air Shuttle que adquirió en 1988. Durante 27 años EAS operó rutas locales entre Boston, Nueva York y Washington, ofreciendo a sus clientes precios populares y conveniencia. Trump inmediatamente la convirtió en una línea de lujo y la rebautizó Trump Airlines, lo que provocó que para 1992 la empresa tuviera que cerrar sus puertas.

Trump es nieto del inmigrante aleman Friedrich Drumpf. Incluso su mamá es inmigrante, proveniente de Escocia.

A mediados de los 80 Trump decidió que quería incursionar en el negocio de los deportes a través del equipo de futbol americano The New Jersey Generals, que jugaban en la USFL, liga que pretendía competir contra la gigantesca NFL. Los dueños de los otros equipos culpan a Trump del fracaso de la liga, ya que -dicen- los presionó a jugar su temporada al mismo tiempo que la NFL, pensando que así sus equipos serían absorbidos a la liga más popular. No fue así. Tanto el equipo como la USFL desaparecieron en 1985.

Otra de las grandes ideas de Donald fue invertir en el negocio de los créditos hipotecarios, tan lucrativo en la década pasada. El problema fue que lanzó su empresa Trump Mortgages en 2006, justo cuando el mercado hipotecario comenzaba a colapsar. Un año y medio después la empresa dejó de operar. “¿Quien sabe más que yo del negocio hipotecario?”, habría declarado optimista el magnate.

El costo de una frase

De acuerdo al sitio The Wrap las declaraciones de Trump contra México le han costado de manera directa 50.5 millones de dólares. Él mismo calculó (en una obvia exageración) que su programa en la NBC Celebrity Apprentice le reporta 65 millones de dólares al año. The Wrap calcula que a Donald su programa le ayudaba a ganar de forma directa e indirecta (gracias a la publicidad que le daba) la mitad de eso, unos 30 millones de dólares. Esto sin contar el impacto que tendrá para la marca Miss USA y Miss Universe ya no contar con el apoyo de una televisora del calibre de la NBC. El nuevo socio de Trump es el canal de televisión por cable Reelz, un muy distante competidor del gigante NBC.

La transmisión de Miss Universe en Univisión le hubiera significado 13.5 millones durante los siguientes cinco años, y su línea de ropa (fabricada en México, por cierto) de venta en la tienda departamental Macys le reportaba a Trump alrededor de un millón de dólares al año.

The Wrap calculó que Trump ya lleva perdidos unos 50 millones de dólares por sus declaraciones racistas.

Para alguien como Trump que vale 4 mil millones de dólares según la revista Forbes (él dice que vale 9 mil), 50.5 millones parecen poca cosa, sin embargo el impacto mediático para la marca Trump es incalculable. La lista de organizaciones e individuos que se han distanciado del rubio millonario se hace cada día más extensa.

El 24 de junio J Balvin, rapero que se presentaría durante el certamen Miss USA, anunció que no asistirá y condenó las declaraciones de Trump. Al día siguiente se unieron a la protesta los conductores del concurso Roselyn Sanchez y Cristian de la Fuente. El 29 de junio rompieron nexos de negocios con Trump la NBC Universal; la firma Farouk Systems, patrocinadora de Miss USA; la cervecería 5 Rabbit Cerveceria, también patrocinadora; Jonathan Scott, juez de Miss USA; Televisa, que transmitiría Miss Universe en México; y el certamen Nuestra Belleza México anuncia que no se presentará a competir. Para el primero de julio la lista ya incluía a Cheryl Burke, conductora de Miss USA, la tienda Macys, el exjugador de futbol americano Emmitt Smith, el rapero Flo Rida, Teletica de Costa Rica, las empresas del Grupo Carso de Carlos Slim y la ciudad de Nueva York.

Antes de eso, ya había tendido que soportar la furia de Neil Young por usar su canción “Rockin’ in the Free World” sin su permiso.

Mal negocio electoral

Si bien las declaraciones de Trump han sido bien recibidas por cierto sector ultraconservador de la población estadounidense (al que su discurso va dirigido), el mercado hispano al que alienó no sólo es muy grande, sino que es el sector que mayor crecimiento tendrá en los próximos años.

Como ejemplo, en 2010 los hispanos en Estados Unidos tuvieron un poder de compra total de un trillón de dólares, pero para 2015 será de 1.5 trillones, un crecimiento del 50% en cinco años. En diez años el sector hispano creció 46.3%, actualmente hay 50 millones de hispanos en Estados Unidos, y ya es el segundo país con más hispanohablantes, sólo detrás de México. Cada año 600,000 latinos cumplen 18 años de edad y se cree que para el año 2050 el 30% de la población estadounidense será latina.

El daño electoral a largo plazo que Trump le infligió al Partido Republicano, ofendiendo a los latinos es incalculable. 

A quien más daña la aparente popularidad de Trump –ademas de a sí mismo- es al Partido Republicano. En este momento sus declaraciones y su aparente honestidad lo tienen cerca del segundo lugar de popularidad entre los precandidatos presidenciales, pero no es un candidato que sea tomado en serio. Tarde o temprano alguien con mayor peso y con una carrera política real, como el ex gobernador de Florida Jeb Bush o el senador Ted Cruz, tomará la candidatura republicana y el daño que Trump le ha hecho a la imagen del partido ante un sector tan importante como el latino será difícil de reparar.

Durante varios años los republicanos han tratado de seducir al votante latino, y posturas extremistas como las de Trump u otras figuras de la ultraderecha como la columnista Ann Coulter, sólo atraen a un sector que de todas formas votaría por los republicanos, sin embargo pueden repeler a muchos millones de potenciales votantes hispanos. Al final del día los más beneficiados de la necesidad de atención de Donald Trump probablemente serán los candidatos demócratas.