Santa Fe

Binner, el actor clave detrás del triunfo de Lifschitz y la caída de Miguel del Sel

La trastienda de una campaña histórica donde el Frente Progresista logró dar vuelta la derrota de las PASO.

 Así como en el PRO continúan los pases defactura y el shock por la derrota que sufrió Miguel del Sel en Santa Fe y AnitaMartínez en Rosario, en el Frente Progresista coinciden que la remontada delsocialismo tuvo un protagonista central: Hermes Binner.

El ex gobernador fue el gran ausente en lasPASO, pero tomó las riendas de la campaña hacia las generales y en poco más decuarenta días logró revertir la diferencia de 160 mil votos para consagrar aMiguel Lifschitz en la gobernación y garantizarle a Mónica Fein la continuidaden Rosario.

“Binner fue el que orquestó todo”, aseguró unaalta dirigente socialista a LPO cuando se la consultó por el manejo de lacampaña. “Hermes les dijo, déjense de innovar con los colores, volvamos a losdel Frente”, agregó.

A partir de allí, la campaña dio un giro total.Los afiches volvieron al color naranja azul y blanco que identificó al FrenteProgresista desde el 2007 en la campaña por la gobernación de Binner y dejó delado el degradé de púrpura a fucsia ensayado en las PASO.

Es que la cuestión del color, junto a lasconsignas de campaña reflejaron las tensiones que se vivieron hacia el interiordel socialismo cuando se definieron las candidaturas.

Tal como adelantó LPO, pocos días antes delcierre de listas, Binner le había propuesto a la cúpula del Frente bajarse dela presidencial, cosa que ocurrió en las semanas siguientes y postularsenuevamente a la gobernación para asegurar la elección mientras que a Lifschitzlo mandaba a la intendencia de Rosario.

Fein, Bonfatti y Lifschitz.

Sin embargo, Lifschitz no accedió y persistiócomo candidato a la Casa Gris. Con la tensión por esa decisión todavíapresente, el sector liderado por el ex intendente enfrentó entonces lasprimarias con su propio equipo, marginando a la gente de Binner.

La agrupación MAPA, una corriente internadentro del socialismo, que acompañó a la gestión de Lifschitz en Rosario fue laencargada del diseño de la estética y los slogans de su campaña.

Lifschitz comenzó así su campaña con recorridaspor el centro y norte santafesino, donde todavía tenía un alto nivel dedesconocimiento. Y lo hizo sin la compañía de Binner, el gran elector delFrente Progresista santafesino.

En los afiches aparecía el ex intendente soloo a lo sumo con el actual gobernador Antonio Bonfatti. Los resultados de lasPASO reflejaron entonces los desaciertos del esquema, otorgando una ventajaimportante para Miguel del Sel que se posicionó por encima del candidato socialistapor más de 160 mil votos, sin contar los votos del radical Mario Barletta quepara las generales tenían un destino incierto.

La tarea era titánica, primero mantener dentrodel Frente los votos de la UCR y luego familiarizar a gran parte de laprovincia con la imagen de Lifschitz. Había sólo 40 días para revertir elresultado y la mayoría de la tropa del Frente veía un escenario sombrío.

Vuelve Binner

Fue entonces que entró a jugar Binner,renovando su chapa de líder indiscutido no sólo para el Frente Progresista, sinoen la política santafesina. “Es el dirigente político más encumbrado de SantaFe”, reconoció un concejal peronista a LPO.

La experiencia del septuagenario contrastó conla de los jóvenes PRO que optaron por mantener la misma campaña de las PASOpara las generales, convencidos que estaba todo dicho.

Binner se instaló en Rosario sabiendo que sise perdía el bastión se perdía todo. Por primera vez en su extensa carrera, elsocialista participó de un comité de campaña que parecía más uno de crisis.Desde allí, todos los días a las 8:30 de la mañana monitoreaba las actividades,discursos, estética y escuchaba a los integrantes del Frente.

Entre ellos y con mucho más protagonismo que enotras elecciones, participaron la concejala radical María Eugenia Schmuck y PabloJavkin de la Coalición Cívica.

“Hermes les dijo, hablen yo los escucho”, revelóa LPO una dirigente socialista que participó de las reuniones diarias. “En el2011 el mensaje fue simple Binner más Bonfatti, y ahora para las generales se repitióel modelo, se lo mostró a Hermes con Lifschitz”.

Binner se instaló en Rosario, sabiendo que si se perdía ese bastión se perdía todo. Cada mañana a las 8.30 abría el comando de campaña y monitoreaba discursos, estética y actividades.

La estrategia fue reconocida también por PabloJavkin. “Binner demostró ser el político de primer nivel que es, todos los díasnos reunía y nos escuchaba atentamente. Tomó nota del mensaje de las urnas quela ciudadanía nos dio”, afirmó Javkin a LPO.

De hecho, una de las primeras respuestaspúblicas que dio el actual diputado cuando se le preguntó qué cambió en laestrategia para que triunfe el Frente respondió: “Nosotros”.

Al mismo tiempo, el socialismo en Rosarioapeló a uno de los recursos que les permitió gobernar la ciudad durante 24años, la red territorial de militantes barriales que fueron relegados en losúltimos años. La reincorporación de estos actores le permitió a Fein ganar entodas las seccionales de la ciudad revirtiendo absolutamente el resultado delas PASO cuando había caído en casi todas.

“A pesar de la situación crítica que vive laciudad, el rosarino no confió en Anita y en sus capacidades como propuesta deuna gestión superadora”, concluyó un dirigente socialista que participó de lacampaña rosarina.

Ahora, coincidenen el frente gobernante, habrá que ensayar una integración política real y dara los socios minoritarios el protagonismo que venían demandando.

“No tiene que ser solo un cambio de nombres,sino pensar en quienes son los mejores para gestionar las diferentes áreas. Noes un aumento del cupo por partido en el gobierno sino una discusión profundade políticas y convocar a quienes puedan aportar aunque no formen parte delFrente o que no estén dentro de la actividad política”, advirtió Javkin.