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Advierten que la discriminación de los autos importados intensifica la tensión comercial con Brasil

El gobierno subió en un 15% el mínimo no imponible en el impuesto a los vehículos y benefició a los de producción nacional.

El Gobierno nacional oficializó hoy la prórroga del la aplicación del impuesto interno para los autos de alta gama, con una actualización de la base mínima imponible del 15 por ciento, y con la novedad de que se aplicará una diferenciación para los vehículos de producción nacional, lo que podría ser una nueva fuente de conflictos con Brasil, con quien el país mantiene un importante vínculo comercial en ese área.

A partir de julio los automóviles importados que tengan un precio de venta antes de impuestos de entre 225 mil y 278 mil pesos, tributarán el 30 por ciento, mientras que para los que superen los 278 mil pesos, el tributo será del 50 por ciento.

En tanto, para los automóviles de producción nacional, el tributo será del 10 por ciento para el primer rango de valores y del 30 para el segundo hasta el 31 de diciembre.

Se trata de una actualización esperada por las concesionarias, ya que la última venció el 30 de junio, por lo que las ventas de la mayoría de los autos 0 kilómetros estaban paralizadas.

El impuesto a los autos de alta gama se aplicó por primera vez en enero de 2014 con el fin de evitar el drenaje de dólares que, según el Gobierno, generaba la venta de autos importados.

Sin embargo, al poco tiempo se produjo una devaluación del peso contra el dólar, lo que sumado al impuesto generó un fuerte aumento de los autos nuevos, que contrajo el mercado durante todo el 2014 y buena parte del 2015 y, lejos de afectar sólo a los de "alta gama", finalmente terminó abarcando a gran parte de los modelos.

Para la consultora Abeceb, especializada en el mercado de autos y en el comercio con Brasil, “es una medida necesaria para evitar que se agrave la crisis del mercado y la industria nacional”, aunque aclaró que la discriminación entre autos importados y nacionales es negativa porque “genera incertidumbre, distorsiones entre las marcas y podría afectar las relaciones comerciales con otros países”.

“El aumento quitará presión sobre unas 68 versiones (22 nacionales y 46 importadas) de gama media que se hallaban en riesgo de caer en el impuesto si no se actualizaban los mínimos y permitirá que algunas versiones full de gama media, que hasta junio se hallaban gravadas, puedan quedar fuera del alcance del impuesto y revitalizar sus ventas en el mercado interno”, puntualizó Gonzalo Dalmasso, coordinador del Sector Automotriz de Abeceb.

Dalmasso sostuvo que la discriminación de los importados resulta poco conveniente en términos de costos y beneficios potenciales porque “no conllevaría grandes beneficios para la industria nacional, podría generar problemas legales a partir de la inclusión de la discriminación por orígenes dentro de la Ley de Impuestos Internos e incertidumbre en el mercado; distorsiones entre las distintas marcas que tienen presencia productiva en el país y un antecedente que podría afectar las relaciones comerciales de la Argentina con otros países, en especial con Brasil”.

Según pudo saber LPO de fuentes del gobierno, la intención de Axel Kicillof es frenar todas las importaciones de autos en lo que queda del año para evitar en todo lo que pueda que salgan dólares por esta vía.

El problema es que esta medida no es inocua: la Organización Mundial de Comercio(OMC) no acepta que se apliquen impuestos por encima del 35% ni que internamente un país castigue más a los productos importados que a los nacionales.