Santa Fe

El PRO santafesino teme no poder garantizarle a Macri la fiscalización

En el macrismo dudan que la estructura partidaria pueda cubrir los nueve mil fiscales necesarios en la provincia.

La dura derrota de Miguel del Sel en una elección que según el PRO ya la tenían ganada, hizo visible las diferencias entre los distintos sectores y generó un fuerte cruce de acusaciones por la estrategia electoral.

Los más críticos no sólo reprocharon malas decisiones durante la campaña, sino también apuntaron a desprolijidades organizativas. Esa deficiencia es la que por estas horas preocupa a la cúpula nacional del PRO que deberá contar con más de nueve mil fiscales en la provincia.

“Si se ponen de acuerdo los fiscales del Frente para la Victoria con el socialismo, a las diez de la mañana nos quedamos sin boletas en las mesas”, reconoció un experimentado dirigente del PRO en diálogo con LPO.

Según la misma fuente, el PRO santafesino no estaría en condiciones de contar con los fiscales necesarios para las presidenciales. Lo curioso es que no sería por falta de voluntarios sino por haber desestimado la ayuda de muchos militantes que estaban dispuestos a colaborar pero que los organizadores del partido no supieron contener.

“Hubo muchísimos errores, uno de ellos es que se dejó de lado a un montón de gente con ganas de ayudar”, contaron. En efecto, según afirmaron a este medio, los organizadores de la campaña desestimaron a los dirigentes con anclaje territorial reemplazándolos por fiscales rentados.

“En vez de hablar seccional por seccional con los referentes barriales, que había y muchos, prefirieron poner a los fiscales que se anotaron porque se pagaba entre 800 a 900 pesos”, dijeron.

A su vez, horas antes de las elecciones, algunos militantes que habían convocado a sus allegados se enteraron de que para la fiscalización se iba a abonar sólo 200 pesos en vez de la suma prometida. “Imaginate que algunos aceptaron, pero la mayoría no y muchos se calentaron”, señalaron.

Es que luego de las PASO, donde Del Sel había logrado una ventaja de 160 mil votos sobre Lifschitz y el escrutinio había sido cuestionado, la fiscalización para las generales era una cuestión fundamental.

De hecho, una de las directrices que tendría que haber marcado la campaña hacia las generales debería haber transitado por el reclutamiento de fiscales, según entendían algunos dirigentes.

“No se supo sacar provecho de la enorme ventaja de las PASO. Se pensaban que se tenía ganada la elección pero esto es política y estos chicos reniegan de la política”, sostuvo un miembro del PRO en referencia a los jóvenes que “mantienen el discurso de la no política pero al local hay que ganarle por knock out”, afirmó haciendo un paralelismo con el boxeo.

Ahora, las elecciones nacionales requieren de un esfuerzo aún mayor para la fiscalización ya que el sistema, a diferencia de las provinciales, es a través de la boleta sábana donde cada partido debe garantizar las boletas en el cuarto oscuro, o sea, una presencia permanente de los representantes de los partidos durante toda la jornada.