Transición

Electroingeniería apuesta a ser el poder económico detrás de Zannini vicepresidente

Quiere ser la llave de un hipotético gobierno con Zannini vice. Kicillof le aprobó otro contrato millonario.

En medio de las definiciones de las fórmulas electorales,Gerardo Ferreyra y Osvaldo Acosta—los dueños de la empresa K. Electroingeniería–tuvieron en la última semana un doble festejo.

El primer motivo que los llevó a celebrar fue la designaciónde Carlos Zannini como candidato a vicepresidente de la Nación en la duplaoficialista del Frente para la Victoria que encabeza Daniel Scioli.

Compañero de militancia de Ferreyra en Córdoba en los 70, elactual secretario Legal y Técnico de la Presidencia ha sido desde mediados de2003 uno de los decisivos respaldos que tuvo el grupo Electroingeniería paraacceder a las máximas instancias del Gobierno y quedarse con varios de los más jugososcontratos de obra pública de la última década.

Un eventual triunfo de la fórmula oficialista no haría másreforzar ese vínculo con Zannini y dejaría a los timoneles de Electroingenieríacomo los principales interlocutores de las empresas constructoras ante la CasaRosada.

El otro motivo que desparramó alegría en la compañíamediterránea fue una decisión del ministro de Economía, Axel Kicillof.

Tras tomarse nueve meses para estudiar la propuesta, eltitular del Palacio de Hacienda le dio la luz verde a la energética estatalENARSA para que apruebe el nuevo contrato de obras de la central térmica ManuelBelgrano II (TMB II) con la incorporación de un socio chino que financiará el85% del proyecto.

El directorio de ENARSA—donde conviven el sector que“devidista” comandado por presidente de la empresa, Walter Fagyas y la facción“camporista” liderada por Juan José Carbajales—convalidó la reformulación delcontrato de TMB II y aceptó que Electroingeniería sume como socia a la empresachina CNTIC.

La nueva usina térmica de 810 Megavatios (MW) que seinstalará en la localidad bonaerense de Campana iba a ser construída porElectroingeniería y pagada originariamente con recursos presupuestarios.

Pero, tras la “asociación estratégica’’ acordada conBeijing, el Gobierno abrió la puerta para que la obra sea compartida yfinanciada con empresas y bancos chinos.

El primer paso para acceder a los fondos que se necesitanpara TMB II lo dio Kicillof en la visita oficial que la presidenta CristinaKirchner hizo en febrero a China. En esa gira, el ministro de Economíasuscribió un memorándum de entendimiento específico para la usina con el vicepresidentedel Export Import Bank de China, Sun Ping.

Ahora, tras la aprobación del nuevo contrato que efectuóENARSA comenzó a correr un plazo de negociación de cinco meses para cerrar elconvenio definitivo de financiamiento.

Lo que está en juego es un crédito a largo plazo por el 85%del monto total del proyecto que a los valores actuales ronda los US$ 1.000millones.

Una vez que se concrete la firma del préstamo, la empresachina CNTIC se integrará al consorcio de Electroingeniería y será la encargadade suministrar la mayor parte del equipamiento de la central.

Kicillof ya le desembolsó 100 millones de pesos del presupuesto público a la firma de Ferreyra, como "anticipo" por la obra de la nueva usina.

Mientras tanto y en concepto de anticipo, Kicillof autorizóel desembolso de unos $ 100 millones a la sociedad adjudicataria que pilotea Electroingeniería. 

Desde 2007 hasta ahora, la usina TMB II ha sido protagonistade una accidentada historia que incluye tres licitaciones, ofertas defectuosas,demoras administrativas, falta derecursos y cortocircuitos internos entre las carteras de Economía yPlanificación Federal.

La primera licitación tuvo a comienzos de 2007. En esemomento, el gobierno licitó la construcción de cinco usinas “llave en mano” en BuenosAires, Córdoba y Santa Fe, de las cuales llegó a adjudicar sólo dos de ellas:Ensenada de Barragán y Brigadier López. En esa esa ocasión, la única oferta presentadapara “Manuel Belgrano II” fue rechazadapor “inadmisible”.

En 2010, el gobierno licita otra vez la obra que quedadesierta porque las ofertas no se ajustan al pliego y a las condicionesexigidas.

La tercera licitación a cargo de ENARSA se concretó en 2011.En esa oportunidad se recibieron tresofertas. Una del consorcio Duro Felguera-Petersen, Thiele y Cruz. Otra de Electroingeniería.Y la tercera de Iecsa-Isolux.

En noviembre de 2012,ENARSA resolvió declarar “inadmisible”la oferta de Duro Felguera y abrir las otras dos propuestas. En el caso de Electroingenería, la cotizaciónfinal fue de $ 4.589.395.195 más IVA. En tanto, la oferta de Iecsa-Isoluxascendió a $ 5.221.098.005 más IVA.

Cuando todo parecía indicar que se iba a una rápidaadjudicación a la oferta de Electroingeniería, los “camporistas” quedesembarcaron en ENARSA frenaron el trámite para analizar a fondo los números ylas condiciones de la obra.

Luego de varios meses de espera, en agosto de 2014 Kicillofoptó por adjudicar la obra a Electroingeniería y dejar la puerta abierta a una financiación china como la que ahora estaríamás cerca de concretarse.