Santa Fe

Pases de factura en el PRO por la caída de Del Sel y Anita Martínez

Cuestionan la “desperonización” del armado, la incorporación de Jorge Boasso y algunos errores de campaña.

Distintos dirigentes y operadores del partido de Mauricio Macri comenzaron a deslizar autocríticas al armado político y a la estrategia desplegada en la campaña santafesina.

A pesar de la incertidumbre que se vive por estas horas a raíz de las desprolijidades en el escrutinio provisorio que provocó la reacción de las fuerzas opositoras que piden que en el recuento definitivo se abran todas las urnas, en el PRO ya comenzaron los pases de factura.

“El PRO tuvo la misma estrategia que en Buenos Aires, desperonizó el armado desconociendo que el PJ es muy importante en nuestra provincia”, afirmó a LPO un dirigente local quien recordó que el justicialismo gobernó durante 25 años.

“Hay una fuerte identidad peronista en Santa Fe y el crecimiento de Perotti lo demostró. Nosotros hicimos lo contrario, nos alejamos del PJ y fue una de las causas por las cuales no logramos los resultados que pensábamos”, agregó.

Asimismo, la fuente que pidió preservar su identidad, apuntó a los diseñadores porteños de la campaña: “Buenos Aires no entendió que Santa Fe es un mundo aparte. No entendieron que aquí el radicalismo es parte del gobierno y que no los iban a integrar sólo con un acuerdo nacional”.

En el mismo sentido, cargaron contra la incorporación de Jorge Boasso como candidato a vice. “No nos sumó nada, aporte cero y los votos de Barletta de las primarias no vinieron”, dijeron desde el PRO.

A su vez, un experimentado dirigente provincial afirmó “Boasso nos trajo muchas complicaciones” y recordó que una semana después de las PASO el radical se había referido a los senadores departamentales como jeques árabes. “El clientelismo político que instrumentaron los senadores provinciales no tiene parangón, se convirtieron en jeques árabes en los 19 departamentos. Por eso, en las primarias, de los 19 departamentos sólo perdieron dos de los actuales senadores", había dicho el radical Boasso.

“Ese gesto resta”, reconoció la misma fuente quien considera que las declaraciones del candidato a la vicegobernación irritaron a los senadores que aportan una importante estructura territorial.

Otro “error” que por estas horas comentan por lo bajo en las oficinas del PRO, es el ofrecimiento del Ministerio de Educación a Barletta que Miguel del Sel hizo públicamente. “Lo asesoraron pésimamente, no se puede hacer un ofrecimiento de esa naturaleza sin antes haber hablado con el interesado”, reflexionó con sentido común un asesor del partido amarillo.

La respuesta del radical fue concisa, pero echando por tierra cualquier especulación: “Están repartiendo cargos antes de ganar, deberían esperar”.

A su vez, hubo críticas a la elección de algunos candidatos tanto a nivel provincial como en municipios y comunas. “Se ganó Rufino y Funes, nada más”, reconocieron a LPO.

En ese sentido, objetaron la elección en la categoría a diputados provinciales. "Roy López Molina salió tercero con una diferencia enorme respecto a Del Sel. Estamos peleando la provincia pero no contamos con legisladores”, sostuvieron.

La comparación de los resultados obtenidos para el cargo de gobernador con las otras categorías llevó a algunos a plantear que “se confió todo en la espalda de Miguel y a depositar toda la carga en su carisma”.

Hacia los PRO puros, como llaman en Santa Fe a los jóvenes dirigentes que trabajan en la gestión de Macri, también hubo reclamos de parte de la dirigencia provincial. “Los chicos trabajan muchísimo, son buenísimos pero les falta experiencia”.

Y ejemplificaron en relación a la dura campaña de desprestigio que soportó el ex Midachi: “creíamos que no había que responder a las agresiones pero si uno no lo hace, el dicho popular dice que 'el que calla otorga'”.

Lo cierto es que en el PRO proyectaban una diferencia entre cuatro y cinco puntos arriba de Miguel Lifschitz. Los resultados del escrutinio provisorio arrojaron una diferencia muchísimo menor, un empate técnico que se está tratando de resolver en el Tribunal Electoral.

Pero, a pesar de los reclamos, lo cierto es que Del Sel, desde las PASO a las generales, sólo creció 20.700 votos, mientras que el socialista obtuvo 156 mil quinientos votos más.

En definitiva, el Frente Progresista no sólo mantuvo los votos de Barletta sino también sumó más de 25 mil votos.

La elección de Anita también trajo cola

La victoria de Mónica Fein por una diferencia más clara que el resultado para la gobernación, y que ya fue reconocida por la candidata del PRO, llevó a algunos dirigentes a cuestionarse si Anita Martínez era la candidata para Rosario.

En un momento muy particular de su historia, donde el crimen organizado, el narcotráfico y la inseguridad son postales cotidianas, la actual intendenta consiguió su reelección luego de alinear tras de sí a todo el arco que integran el Frente Progresista que vivió momentos de tensión y que estuvo a punto de estallar en varias oportunidades.

“La gente no confió en Anita, prefirió reelegir a la peor intendenta que tuvo Rosario desde la vuelta a la democracia”, reflexionaron desde el PRO y reconocieron que “mostramos simpatía y carisma, pero eso solo no alcanza”.

“Hablábamos de los equipos, que existen, los tenemos, pero nunca los mostramos. Hicimos una campaña donde el protagonismo lo tuvo una imagen”, agregaron. “Anita era una excelente figura”, dijeron, pero advirtieron que “nos teníamos que sacar la imagen de los chicos PRO para gobernar Rosario”.

En efecto, en la mesa chica del PRO siempre se la consideró a Martínez una fiel exponente del perfil partidario y sobre ello giró la política comunicacional. Toda la atención se puso en esa imagen cuando los complejos problemas de la ciudad requieren de mucho más. “Vivimos en un microclima”, concluyeron.