Paro nacional

Los gremios dicen que la adhesión al paro es total, para el Gobierno "impiden" ir a trabajar

No funciona ningún servicio de transporte público y hay piquetes de la izquierda. "No tiene sentido", dice el Gobierno.

El quinto paro general contra Cristina Kirchner vuelve a sentirse con fuerza por la paralización total del transporte público y los piquetes de la izquierda en los accesos a las principales ciudades, en una jornada que fue calificada como "sin sentido" por el Gobierno.

El primer análisis del paro general lo hizo el titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, quien aseguró que la adhesión a la medida de fuerza tiene un acatamiento "del ciento por ciento" en el sector transporte.

"En todo el interior es un paro total. Todas las provincias han acatado el pedido de nuestro gremio", señaló Fernández en declaraciones a las radios La Red y Continental, donde agregó que "está todo paralizado: subterráneos, (colectivos de) corta, media y larga distancia, y las combis".

"Es un paro que lamentablemente se realizó debido a que los funcionarios no quieren sentarse a una mesa a escuchar el reclamo de los trabajadores", sostuvo el sindicalista. "Este paro sabemos que le hace mal al país, a la imagen del país, pero si no se preocupan los funcionarios, después que no se quejen de que uno tiene que hacer esto para defender sus derechos", añadió."Este paro es provocado por ellos mismos (en referencia al Gobierno), porque no escuchan. Si esto no lo arreglamos entre todos, no lo arregla nadie, de verdad. Con el sector empresario no podemos hablar más: este tema ya pasa por el Gobierno. Estamos en el medio de una confusión", completó.

La UTA también paralizó los subtes

Las primeras horas de la mañana mostraban una contundente adhesión de los servicios de transporte público, ya que además de los sectores que responden a la UTA (colectivos, subtes y combis) tampoco funcionaban los trenes y los aviones. 

Como en los anteriores paros, los taxis sí circulaban por la Ciudad de Buenos Aires pero el problema es que los empleados de estaciones de servicio adhieren a la medida por lo que los taxistas explicaban que trabajarán mientras tengan combustible.

Además, desde primera hora había cortes en los accesos a la Capital Federal, como en el Puente Pueyrredón (Avellaneda), en el cruce de las rutas Panamericana y 202 (Don Torcuato), en Puente La Noria (Lomas de Zamora) y en el kilómetro 23,500 de la Panamericana (San Fernando). También cortaban la esquina de Corrientes y Callao, en el centro de la Ciudad.

Las organizaciones de izquierda también cortaban en La Plata la subida a la autopista que conduce a Buenos Aires. Otro piquete tenía lugar en el Acceso Oeste, frente al Hospital Posadas, en Haedo. En tanto, el Partido Obrero tiene previsto convocarse a las 10 en el Obelisco para marchar hasta el Ministerio de Trabajo. Los cortes también se replicaban en distintas ciudades del país.

Uno de los cortes que hizo la izquierda

La medida comenzó a la medianoche y fue convocada por la CGT Azopardo, que encabeza el camionero Hugo Moyano; la CGT Azul y Blanca, del gastronómico Luis Barrionuevo; y la CTA Autónoma, del estatal Pablo Micheli, en rechazo a los topes salariales en paritarias y al impuesto a las Ganancias.

Se trata del quinto paro de las centrales opositoras contra el Gobierno de Cristina. Las anteriores fueron el 20 de noviembre de 2012, el 10 de abril de 2014, el 28 de agosto de 2014 y el 31 de marzo de este año. 

El titular del gremio de Dragado y Balizamiento y líder de la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT), el moyanista Juan Carlos Schmid, advirtió que "el paro se da ahora, pero será una fuerte señal hacia adelante entre quienes tengan que administrar y vean cuál es la capacidad y la posibilidad de acuerdos en la futura gestión".

La estación Constitución, cerrada

"Impiden ir a trabajar"

La reacción del Gobierno no difiere de la que tuvo en las anteriores medidas de fuerza contra Cristina. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, calificó el paro de "político" y aseguró que los gremios "impiden" a la gente ir a trabajar.

"Es un paro político con el objetivo de generar este tipo de confusión e impide (movilizarse) al que quiere ir a trabajar, que es la inmensa mayoría de la población", aseguró el jefe de ministros. "No aporta absolutamente nada", se quejó.

En declaraciones formuladas a la prensa antes de ingresar a la Casa Rosada, el jefe de ministros señaló que "dos millones y medio de trabajadores" ya acordaron aumentos salariales en paritarias y acusó a los gremios del transporte de querer generar "zozobra" al "frenar la actividad del área metropolitana".  

Fernández sostuvo que la protesta "no tiene sentido ni asidero" y opinó que "si la discusión es por las paritarias, mañana van a tener que sentarse a la mesa a discutir el tema, hasta que las velas no ardan". "No hay que preocuparse ni volverse locos con este tipo de situaciones. Esto no nos saca de quicio a nosotros", continuó.

A su vez, indicó que "el Gobierno nunca cortó el teléfono" con estas centrales sindicales, y que "no va a levantarlo, porque está levantado desde siempre, esperando que del otro lado contesten".

Sobre ello, aseguró que "cuando se tire demasiado de la cuerda, van a tener conflicto en los propios gremios, porque la gente común no se banca que le digan lo que tienen que hacer los dirigentes gremiales".

Por último, sobre los piquetes realizados por grupos de izquierda, especialmente en los accesos a la Capital, observó que "son funcionales, como tantas veces", y concluyó con humor: "Como diría Antoine de Saint Exupery, lo esencial es invisible a los troskos".