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Alerta en los mercados por la suba en el rendimiento de los bonos del Tesoro de EEUU

Economistas debaten si el movimiento es un anticipo a la suba de tasas de la Reserva Federal, anunciada para septiembre.

La tasa de interés de los bonos del tesoro de EEUU sorprendió ayer con una suba que lo ubicó en su nivel más alto en seis meses. Tras haber cerrado tan sólo el viernes pasado en un 2,1%, ayer quedó en 2,36%, lo que representa un incremento significativo en cuestión de días.

Este movimiento hizo temblar a los mercados, que se vienen anticipando hace años al- varias veces anunciado, pero nunca concretado- ajuste en las tasas de interés de la FED, que finalmente se corrió de junio para septiembre, ante la decepcionante performance del mercado laboral norteamericano.

Lo cierto es que desde febrero el rendimiento de los bonos estadounidenses no ha parado de subir desde el 1,6% en que estaba en ese entonces, lo que para algunos analistas es la muestra de que la suba de tasas de la FED es inminente. Hace un año estaba en 2,81%, y en diciembre, en 2,20%.

Sin embargo, José Luis Espert prefiere ser más cauto. En diálogo con LPO, el economista plantea que “no es obvio que la vaya a subir rápido”. “La FED se está tomando su tiempo. Hace rato que se especula con una suba de tasas y no la sube, y más ahora con los datos de empleo mixtos y la situación de Grecia, que no se sabe dónde va a terminar”, sostuvo.

El consultor explicó que “el mercado está volátil”, y es de esperar que esta volatilidad se mantenga un tiempo más hasta que se aclare el panorama de Grecia y de los Estados Unidos. “La expectativa de que la FED suba las tasas hasta ahora se vio frustrada”, apuntó.

La tasa call que controla la FED está en niveles históricamente bajos, de casi cero, desde la crisis del 2008. Una suba impactaría en la tasa a la que se financian los países cuando salen a tomar fondos del mercado. Hoy las naciones de la región pueden pedir prestado a valores cercanos al 5% o incluso menos, salvo la Argentina, que lo hace al doble por la particular condición de su economía.

Para algunos analistas, la negativa del gobierno kirchnerista de salir a endeudarse aprovechando las tasas bajas significó el desperdicio de una oportunidad única en los mercados, que este año podría empezar a cambiar para peor, complicando aún más la crisis de divisas, agravada con el descenso en el precio de la soja y otras commodities.

Y ese impacto lo sentiría de lleno el próximo presidente, que deberá recurrir al endeudamiento para salir del estancamiento actual. “Para crecer en el 2016 la próxima administración necesita 8000 millones de deuda”, sintetizaba un economista. Más si se tiene en cuenta que las reservas netas terminarán el año muy golpeadas, luego del pago del Boden 2015 en octubre, que habrá que cancelar las deudas de los importadores, volver a permitirle a las empresas a girar utilidades, y liberar la compra de dólares.

De todas formas, el consenso de los analistas es que la suba de tasas de la FED va a ser gradual.

El asesor económico de Daniel Scioli, Miguel Bein, sostiene que a diferencia de otras veces esta vez los movimientos de las tasas por parte de la FED serán suaves. Según el ex viceministro de economía, hay tres razones: 1) La alta deuda de las familias americanas; 2) el alto endeudamiento tras la crisis de los Estados -que pasó en EEUU del 44% del PBI al 80%-; y 3) la caída en el petróleo que está ayudando, al bajar los costos y generar presión a la baja en los precios. "Esto me lleva a pensar que será una economía internacional con dólares disponibles del lado de la oferta", afirmó durante una exposición.

De hecho, el último informe del Estudio Bein y Asociados recuerda que “más allá del timing del inicio del ciclo de suba de tasas, la Fed intentará transitar un sendero de suba muy gradual. Si bien la Fed pronostica una economía alcanzando una situación de pleno empleo y estabilidad de precios en 2016, la mediana de las proyecciones de los participantes de la Fed de la tasa de interés de referencia para 2016 se ubica en 1,875%, bien por debajo de la nueva tasa de interés normal de largo plazo que ellos mismos estiman en 3,75”.

Para el ex funcionario, con este nivel de deuda, utilizado para salir de la crisis, la FED no tiene margen para elevar las tasas a niveles altos porque de lo contrario generaría una nueva recesión. Así, quien gane las elecciones de este año no tendrá que enfrentarse a un contexto externo tan desfavorable y podría tomar deuda a una tasa razonable, aunque probablemente mayor a la que se registra por estos días.