La Plata

De Narváez reconoce su salvaje agresión a un periodista y ahora pide "disculpas"

El candidato del Frente Renovador justificó el ataque al director de Nova, a quien desmayó a golpes.

Francisco De Narváez tuvo que salir a dar explicaciones por la brutal paliza que le dio ayer al periodista Mario Casalongue, director de la Agencia Nova de La Plata, y en un tímido intento de disculpas terminó justificando su accionar.

Tras el escándalo que generó la difusión de las imágenes de las heridas que le dejó en la cara a Casalongue, al precandidato a gobernador del Frente Renovador no le quedó otra que reconocer la salvaje agresión y ensayar un pedido de disculpas, aunque también acusó de “extorsionador” al periodista, lo que podría derivar en una nueva denuncia en su contra, según adelantaron a LPO.

En un par de entrevistas radiales, De Narváez admitió que viajó hasta La Plata con el único objetivo de trompear a Casalongue. “Ayer publicó esta nota muy agraviante, mentirosa, indigna (…) Lo llamé y le dije que quería conversar. Me fui a La Plata, cuando llegué al despacho le dije ‘no te metas con mi familia’. Me dijo ‘¿qué, me vas a agredir, me venís a apretar?’, y ahí reaccioné muy mal. Pido disculpas”, contó el diputado en La Red.

“Es una infamia, pero no debí reaccionar como reaccione. Cometí un grave error y pido disculpas”, dijo De Narváez, que se molestó por la publicación de una nota sobre su vida íntima. “La noticia es repugnante. Ayer pasó el límite. De verdad, fui a conversar con él pero cuando vi a un tipo que me habla con una altanería, la verdad que reaccione mal”, continuó.

Lo curioso es que un diputado nacional reconozca con tanta tranquilidad que cometió un grave delito como es lesiones (Casalongue tuvo que ser intervenido en la boca), justo cuando él mismo es quien levantaba la bandera de “un crimen, un castigo” y uno de los máximos críticos del kirchnerismo por su intolerancia a la prensa.

Hay que recordar que De Narváez ayer ingresó a la redacción de Nova junto a un patovica y desmayó de una trompada a Casalongue, a quien continuó pegándole en el piso cuando ya estaba inconsciente, mientras su guardaespaldas sacaba fotos con el celular. Luego, empezó a amenazar a las tres periodistas presentes para que borren la nota en cuestión y ni siquiera dejó que nadie asistiera al agredido. 

Según comentó Casalongue a LPO, esta mañana seguía sufriendo las consecuencias de los golpes, con dolores en todo el cuerpo y hasta vomitando sangre.

Ayer, el director de NOVA hizo la denuncia penal contra De Narváez en la comisaría primera de La Plata. La causa, en la que intervienen el titular de la UFI 3 Marcelo Martini y el juez de garantías César Melazo, es por “lesiones leves”. Pero Marcelo Peña, abogado del periodista, explicó a LPO que a partir de las declaraciones testimoniales de los testigos, la causa podría ampliarse a “amenazas calificadas”.

Peña también confirmó que en los próximos días podría interponer una demanda contra De Narváez ante la justicia civil por “calumnias e injurias”, debido a que el diputado lo acusó de extorsionarlo y “buscar plata”.

Es que De Narváez en sus notas de esta mañana siguió descargando sobre Casalongue. “Este señor no es un periodista, es un extorsionador. Es conocido en la ciudad de La Plata porque de esto hace su forma de vida y mucha gente cede, yo no. Ya me lo hizo en 2013”, dijo en radio Mitre. “Nova es un portal que mezcla una noticia en cuatro extorsiones (…) Es un extorsionar liso y llano”, atacó.

El abogado también explicó que pedirán presentarse como particulares damnificados para ser querellantes en la causa. “En estos casos en que están involucradas personas con determinado poder, sí o sí tenemos que impulsar la acción en carácter independiente porque no sabemos si la fiscalía puede llegar a responder de forma independiente. Estoy obligado a resguardar los derechos de mi cliente y accionar en forma privada”, indicó Peña.

De Narváez dijo que hoy sus abogados Alejandro Carrió y Gustavo de Urquieta presentarán una querella contra Casalongue por la nota que considera difamante, lo que debería haber sido el camino elegido desde el inicio.

La agresión fue condenada por la fundación LED de Silvana Giudici que se dedica a defender la libertad de prensa.