Mendoza

La insólita historia del Museo-Tonel que querían llamar "Juan Carlos Mazzón"

Luego de una discusión extravagante, el museo-monumento del se llamará “Bonarda Argentino”.

El departamentode San Martín, en el Este de Mendoza, se enclava uno de los tres oasisproductivos de la provincia. A diferencia del famosísimo Malbec –predominanteen Luján de Cuyo–, allí el varietal que mejor se da es el Bonarda. Justamenteasí se llama el flamante “Templo del vino” que este domingo inauguró elgobernador Paco Pérez.

“BonardaArgentino” es un monumento-museo-cava-centro de exposiciones, habilitado en unatípica velada patriótica-peronista, organizada por la gobernación, pero coninconfundible aroma de campaña.

Con Paco Péreza la cabeza, en su comuna natal, el intendente Jorge Omar Giménez, finalmentelogró lo que había prometido hace 12 años: Crear un polo turístico para todo elEste de la provincia, que incluyera un Centro de Congresos y Exposiciones, unparque, un museo del vino y una cava con las más altas exigencias a nivelinternacional. Todo a pasos del autódromo Jorge Ángel Pena, recordado por haberalbergado en el 2013 uno de los más multitudinarios recitales del Indio Solari.

Allí se reunió todoel peronismo mendocino para festejar la “unidad” partidaria lograda este sábadoluego que Paco Pérez resignara su candidatura a diputado nacional para hacer lugara la camporista Anabel Fernández Sagasti, en un triple enroque con el candidatoa senador nacional Rubén Miranda, como anticipó LPO.

Paco Pérez junto al candidato peronista Adolfo Bermejo y el intendente de General San martín, Omar Giménez.

Pero más alláde la parafernalia política que se le imprimió a la inauguración, el lugar ensí tiene su atractivo. El ambicioso proyecto fue anunciado por Giménez apenasaccedió a la intendencia allá por el 2003. Su idea era crear un espacio conservicios y comodidades de todo tipo que beneficiara a San Martín y a todo eleste provincial, muy rezagado turísticamente respecto a la zona metropolitana (conLuján de Cuyo y Maipú incluidos), el Valle de Uco (Tunuyán, Tupungato y SanCarlos) y el Sur provincial, zonas que hicieron del vino y el turismo, sellosindiscutidos.

Luego de variasetapas de planificación, en el 2010 comenzaron los trabajo en terrenos delParque Agnesi, muy cerca del centro de San Martín. Allí se proyectó el flamantemuseo que incluye un auditorio circular para 180 personas destinado fundamentalmentea catas, degustaciones y concursos de vino. El sello distintivo del edificio essu forma de barrica gigante, lo que forzó el nombre popular de “Templo del vino”.

Con unainversión original de 15 millones de pesos, que pondría la comuna con ayudaprovincial y nacional, se iniciaron las obras.

La polémica del nombre

Lento peroseguro, el centro de congresos y sus edificios anexos, comenzaron a tomar formahasta que el año pasado ya cerca de terminarse, el intendente Giménez anunció quelo llamaría Juan Carlos Mazzón, en homenaje al mítico operador peronista. Lapolémica no se hizo esperar, al punto que la gran mayoría de los mendocinoscomenzó a tomar noción de la obra, recién en ese momento.

Giménez,fervoroso militante del sector azul que lidera Mazzón, intentó así homenajear asu líder. “Estoyconvencido de que debe ser así, Mazzón es un militante con 40 años de actividadque ha hecho mucho por la democracia, también por Mendoza y hay quereconocérselo en vida”, explicó.

“Él esperonista, pero yo he visto en su despacho de Casa Rosada a gobernadores detodos los colores, a la mayoría de los intendentes de Mendoza, aunque algunosno lo reconozcan, y también a empresarios, todos pidiendo lo mismo: algunagestión o algún trámite que destrabe un proyecto y él siempre colaboró”, agregaba.

De inmediato,desde el sector algunos cuestionaron que el Templo del Vino no tuviera unnombre acorde a la actividad.

Mazzón,enterado de la idea de su amigo lo convenció de abandonarla. En un mail con suhabitual tono campechano, le decía a Giménez: “Compañero y amigo Jorge: comosabés soy un compañero peronista que nació en Santa Fe pero que desde muy jovenfui a Mendoza a estudiar y allí en esa querida provincia constituí a mi familiacon una esposa y cuatro hijos mendocinos. También en esta querida provincia inicié una larga militancia políticaque intenté siempre que esté al servicio de la gente de Mendoza y del país. Convos me une una gran amistad y el haber compartido muchas situaciones, buenas ymalas; entiendo tu decisión en torno al Templo del Vino y te lo agradezcoprofundamente, porque para mí es un gran honor que un compañero de tu calidadhumana haya tenido el gesto de homenajearme poniéndole mi nombre. Como amigo te pido que cambies y busques unnombre que tenga que ver con San Martín y la actividad vitivinícola o que esehonor se plasme en alguno de los grandes líderes mendocinos. Para mí alcanzacon una mesa de amigos y disfrutar de un buen vino mendocino. Un fuerte abrazo peronista”.

Giménez entendió y aceptó bautizar el museo con el neutro y previsible “BonardaArgentino”. Pero persistente, este domingo se dio el gusto: Una de la splavcasdescubiertas por Paco Pérez rezaba: “El Gobierno de General San Martín enagradecimiento a Juan Carlos Mazzón”.