Córdoba

Aguad enfrenta una rebelión radical que ya derivó en denuncias judiciales

Un sector de la UCR amenaza con voltear la lista de legisladores del acuerdo Aguad-Macri.

Los radicales cordobeses siguen en estado de beligerancia, pese a que se inició la campaña electoral con la presentación ante la Justicia de la lista de candidatos.

La alianza de la UCR con el PRO fue difícil de digerir para los sectores autodenominados progresistas, e incluso algunos la rechazaron; la paz sellada por el candidato a gobernador, Oscar Aguad, con Luis Juez, un viejo enemigo de los radicales resultó una ofensa para otros; y la incorporación a la coalición, de manera sorpresiva y de última hora, de la Ucedé, despertó los reflejos anti-conservadores que anidan en la genética partidaria.

El mayor enojo es con Aguad, quien nunca tuvo buena recepción el partido, pese a que en nueve ocasiones ha encabezado boletas de la UCR o de sus alianzas.

Los problemas son políticos, pero también judiciales.

El grupo interno Identidad Radical, que responde al ex diputado nacional Carlos Becerra, recurrió a la Justicia Electoral para que le reconozca que la única lista de candidatos a legisladores presentada para la interna frustrada del 3 de mayo fue la suya. El becerrismo fue marginado de la nómina oficializada el sábado por la alianza Juntos por Córdoba, y ya apeló ante la Cámara Contencioso Administrativa para que le reconozcan su derecho.

Como ya se venció el plazo de presentación de listas, el riesgo que corre la UCR es que la Cámara falle a favor del becerrismo, porque podría implicar que Juntos por Córdoba vea caer su nómina de candidatos a legisladores. Nadie quiere imaginar que la fórmula del radical Aguad y del macrista Héctor Baldassi pueda competir sin lista de candidatos a legisladores; y menos aún, gobernar.

En el plano político, sobran los heridos por la distribución de candidaturas, sensiblemente reducidas porque debieron compartirse con juecistas, macristas y hasta ucedeístas.

De la lista no participan tres grupos internos de la UCR: además del becerrismo, el angelocismo (que responde al tres veces ex gobernador) y el negrismo (cuyo máximo referentes es el diputado nacional).

La Línea Córdoba (angelocismo) dio a conocer un comunicado en el que rechazan la incorporación de la Ucedé por entender que este partido mantiene con la UCR “profundas diferencias ideológicas”.

Los dirigentes de los tres grupos marginados aseguran que trabajarán de todos modos en la campaña de la fórmula Aguad-Baldassi, aunque su protagonismo aún no se ha visto.

Otro sector importante en la UCR es el nicolacismo, de fuerte raigambre en la capital provincial. Su referente, Miguel Nicolás, fue incluido en el peligroso puesto 15, lo que fue entendido casi como un desaire.

El intendente de Río Cuarto, Juan Jure, se ganó a su vez la bronca de buena parte del radicalismo del sur porque cedió la candidatura a legislador departamental a un desconocido dirigente del juecismo.

Otros intendentes eligieron esquivar unir la elección municipal a la provincial del 5 de julio. De hecho, sólo uno de cada siete intendentes pegó los comicios, para no correr la suerte de Aguad.

Y, para el final, el mestrismo, que disimulará públicamente su enojo, pero al que costará ver encender su aparato para apoyar a Aguad.

Mestre se considera traicionado por Aguad, al que acusa de arrebatarle junto con Mauricio Macri la candidatura a gobernador.

El mestrismo lleva candidatos a legisladores, pero sólo tres en la lista sábana y el departamental capitalino. Nunca lo dirán, pero a los mestristas una caída de Aguad les daría la llave para caerle con todo.