Provincia

Ottavis y Mariotto, pelean por ser vice de Aníbal

El camporista quiere subir un escalón y el lomense no se resigna a irse. Y tuvo lugar en selecta platea de Salta.

Las fórmulas bonaerenses son una incógnita y a un mes de cerrar las listas todos juegan y algunos se anotan para a la espera de un llamado feliz de la Casa Rosada.

Dos ansiosos son José Ottavis y Gabriel Mariotto, actual vicegobernador y con intenciones de continuar en su sillón por cuatro años más.

El lomense tuvo un lugar en la tribuna del festejo de Juan Manuel Urtubey en Salta, monitoreado por Cristina Kirchner.

Tras la fantasía de pelear por la gobernación, Mariotto sonó como posible candidato a intendente de Lomas de Zamora, donde la presidenta sueña con molestar a Martín Insaurralde.

Su paso por la vicegobernación no fue el mejor, pero al menos terminó con algo de calma. Empezó enfrentándose a Scioli y fue acomodándose de a poco a la agenda del gobernador.

Pero en todo momento demostró un pésimo manejo de las sesiones, con proyectos que se caían en el recinto por falta de mayorías. Lidió con un bloque oficial dividido entre camporistas, sciolistas y peronistas ortodoxos.

Ottavis es vicepresidente de la Cámara de Diputados, cargo que le permite tener firma en las decisiones de Horacio González.

No tardó en acomodarse al confort de la Legislatura bonaerense, con mucho más recursos que el Congreso, y ahora sueña con saltear de Cámara. No lo amilanó ni aquel paso en falso que dio cuando lo detectaron hablando de coimas por mensaje de texto.

En la Legislatura aseguran que son habituales sus diálogos con Máximo Kirchner y hasta con Cristina en algunas sesiones importantes, que no fueron muchas.

Pero nunca dejó de cumplir con Scioli, con los votos y hasta en la política. Cuando fue marginado de La Cámpora se animó a algunos actos de la JP sin raigambre camporista.

Ahora busca seguir cumpliendo con un gobernador peronista con Aníbal, cuya candidatura es puesta en duda por muchos en el kirchnerismo, que recuerdan a Cristina como quien decide todo en el último minuto. También bajar a alguien.