Rosario

Bonfatti excluyó a Lifschitz del acuerdo por el retorno de Gendarmería

El gobernador no invitó al candidato a la reunión con Berni y prefirió mostrarse con Perotti.

 El candidato a gobernador de Santa Fe por el socialismo, Miguel Lifschitz, no estuvo presente en la reunión que mantuvo el gobernador Antonio Bonfatti con el Secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, donde se acordaron detalles para la vuelta de las fuerzas federales a la provincia.

A menos de un mes de las elecciones generales, Bonfatti prefirió mostrarse junto al candidato del Frente para la Victoria, Omar Perotti, en uno de los actos políticos más importantes del año: sellar el acuerdo con el gobierno nacional para el retorno de la Gendarmería en medio de la profundización de la crisis por seguridad.

La ausencia del candidato Lifschitz en la reunión mantenida con Berni en la capital provincial, profundizó las sospechas de distanciamiento con Bonfatti.

“Miguel no pudo participar porque ayer tuvo muchas actividades en Rosario”, justificaron en el entorno del candidato socialista para LPO.

A su vez, la intendenta Mónica Fein, quien responde al espacio político de Lifschitz, consideró que los seiscientos gendarmes que patrullarán Rosario a partir de la semana próxima no son suficientes para afrontar la crisis de seguridad que vive Rosario (ver aparte).

"Los 600 gendarmes que llegarán a Rosario no alcanzan, pero hay que rescatar el paso. Hemos dado un gran paso", sostuvo Fein marcando una velada crítica al acuerdo festejado por Bonfatti.

La ausencia del principal competidor socialista en la foto, generó algunas chicanas en la oposición. “Parece que el candidato a gobernador de Bonfatti es Perotti”, bromeó un peronista que habló con este medio.

Semanas marcadas por la violencia

Mayo, el mes que separa las PASO de las elecciones generales en Santa Fe se tiñó de violencia. El domingo pasado, tres jóvenes delincuentes ingresaron a la seccional de policías 14 abrieron fuego e hirieron a los oficiales de turno.

El ataque habría sido por un acuerdo incumplido entre la banda con algún personal de esa dependencia, que se habría comprometido a dejar en libertad a dos presos.

La misma noche del ataque a la comisaría, en otra seccional desconocidos prendieron fuego un patrullero.

A su vez, la Policía Comunitaria, creada por la actual gestión, se acuarteló reclamando mejores condiciones de trabajo y equipamiento.

Diez días atrás, un grupo comando robó 1,8 millones de pesos del Banco Municipal de Rosario, en la sucursal de Empalme Graneros, siendo el cuarto robo sufrido por el mismo banco en los últimos tres meses.

La seguidilla de delitos complejos, de los cuales se comprobó o hay sospechas de la participación de sectores de la propia policía, generó un profundo malestar en el oficialismo que consideró a la situación como una conspiración en el marco de la lucha electoral.

“Los ataques al Banco Municipal; al transporte y a comisarías tienen clara intencionalidad política. Hay bandas que quieren frenar los cambios”, sostuvo el Secretario de Gobierno municipal, Fernando Asegurado vía Twitter.

Desde la oposición salieron al cruce de Asegurado: “Este es el triste final de desaciertos en seguridad durante ocho años. No han reaccionado a tiempo y cuando lo hicieron, lo hicieron mal y ahora se ven los resultados”, sostuvo el concejal del PRO Charly Cardozo en comunicación con La Política Online.

“Acá no hay cuestiones electorales. No hay que buscar complots ni fantasmas”, afirmó Cardozo.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Seguridad del concejo rosarino, el peronista Diego Giuliano, consultado por este medio, también desestimó las sospechas del oficialismo: “No voy a comprar esa teoría conspirativa, son muchísimos los hechos que demuestran las fallas y negligencias, tendríamos que estar frente a una conspiración inmensa”.