Elecciones 2015

Macri y Massa: ¿Unidos o derrotados?

La competitividad del kirchnerismo, plantea a la oposición el primer cuello de botella importante.

 ¿De qué hablamos cuando hablamos de unirnos? Mauricio Macriy Sergio Massa siguen jugando a las escondidas, pero desde que LPO reveló lasconversaciones de Emilio Monzó con los massistas Meoni y De la Torre, se trataapenas de una coreografía acordada, que engaña a casi nadie.

Las alquimias que se barajan son tan alambicadas comoinútiles. El problema es sencillo y la solución simple. Ante la crecientecompetitividad del kirchnerismo, que se encamina a cerrar filas detrás deDaniel Scioli, la división opositora empieza a cristalizar un triunfo delgobernador en la primera vuelta.

El antídoto más efectivo para alejar ese riesgo seríaunificar la oferta opositora. Y esto sólo se logrará por dos vías: Massacandidato a gobernador de Macri o una gran interna opositora en la que ambosdiriman la candidatura presidencial. Todas las otras alquimias que se discutenson apenas desplazamientos laterales para mantener las conversaciones abiertas.

Macri sabe que no tiene músculo político para fiscalizar elConurbano. Esta trabajando contra reloj en remediar esa carencia –se acordó unpoco tarde- con incorporaciones de viejo cuño duhaldista como FedericoScarabino o Jesús Cariglino. Pero el territorio sin cubrir sigue siendoinmenso.

Massa sigue dominando esa geografía como le demostró elsábado pasado en José C. Paz. Enterado que el jefe de Gobierno encabezaba unacaminata en ese distrito, armó un operativo relámpago –que incluyó el envío demicros desde San Miguel- y contrapuso una movilización que reventaba las callesa un humilde timbreo. Lo que se discutía no eran votos –Macri mide bien en elConurbano- sino algo más sensible, manejo del territorio.

En el Gobierno siguen con atención la evolución de estepleito en el Conurbano, con una estrategia implacable. “Vamos a cuidar laboleta de Macri en las primarias, para liquidar a Massa; y luego en la generalse las vamos a descuidar para ganar en primera vuelta”, afirman con el típicohumor peronista.

En el Pro creen que Massa va a terminar muy diluido y lasprimarias se encargarán de ordenar la oferta opositora. Es un buen plan salvoque Massa logre pasar más o menos entero ese filtro –aún saliendo tercero-. Enese caso con la oposición dividida, Scioli tiene todo para liquidar la elecciónen la primer ronda.

Es el viejo trabajo de escenarios que ensayó Juan CarlosMazzón cada vez que el peronismo enfrentaba una elección difícil. Dividir a laoposición. Esto maximiza el valor del piso alto que tiene el PJ. No parececasualidad que Mazzón sea hoy uno de los principales armadores de lacandidatura de Scioli.

Los contraejemplos son abundantes. Mendoza. Su unió laoposición y derrotó al PJ. Salta. Hubo una primaria potente para intendente dela Capital entre massistas y macristas y el ganador –Gustavo Saenz- luegoderrotó al oficialismo.

Por otro lado, es comprensible la desconfianza de Macri aquien los planetas se le están alineando como nunca ¿Para que arriesgar estaoportunidad dorada con una primaria de resultado incierto?

Massa paradójicamente pese a ser el candidato más débil esel que tiene más opciones, aunque acaso él lo viva como una condena. Es decir,de los tres, es el único que puede elegir pelear la Presidencia o laGobernación. Primer y segundo lugar de la política argentina. No es poco.

El detalle es que no puede equivocarse. Massa tiene queganar. Lo que significa que sólo debería pelear la Presidencia si tiene chancesmuy altas de conseguirla. Salir tercero complicaría su carrera política yvolvería eterno el desierto de recursos que hace tiempo viene atravesando.

Ganar la gobernación recargaría su proyecto presidencial ysolucionaría el financiamiento. Es además el más joven de los tres -43 años- unfactor no menor si estamos hablando de esperar de cuatro a ocho años paravolver a dar la pelea grande.

Para alcanzar un acuerdo hacen falta dos cosas: Miedo yracionalidad. No se precisa paridad, de hecho la paridad suele dificultar losacuerdos. Más importante es la certeza del fracaso mutuo en caso de división yla racionalidad posterior para alcanzar un reparto justo.

Macri y Massa son ya dos líderes experimentados. Muy prontose verá si lograron encontrarle un cauce exitoso al desafío que la historia lespuso por delante.