Frente Renovador

Como se gestó la caída de Giustozzi

Fue primicia de LPO, el diputado dejó el massismo. La cumbre de Mar del Plata que aceleró la definición.

Darío Giustozzi intentó en las últimas 48 horas una jugadadesesperada para evitar lo inevitable: Su salida del Frente Renovador. Endiálogos frenéticos con Sergio Massa le presentó un ultimátum disfrazado dediálogo; debían elegirlo candidato único a gobernador y mandar a Francisco deNarváez a encabezar la boleta de diputados del Mercosur.

Como si fueran todos tontos menos él, Giustozzi “explicaba”que ante la posible candidatura de Cristina Kirchner al Mercosur lo que leofrecía a De Narváez era una oportunidad única para tener escenario nacional al“confrontar” con la Presidenta.

Pero el problema real de Giustozzi, largamente anticipadopor LPO y desmentido incluso con ataques este medio, es que mide lamitad de lo que mide el colombiano y encima tiene una pésima relación con todoslos intendentes del massismo y los integrantes del bloque de diputadosnacionales del Frente Renovador.

O sea, iba camino a perder la primaria y ponía en riesgo suterritorio Almirante Brown, donde el actual intendente y su candidato DanielBolettieri, podía perder el municipio ante el sciolista Mariano Cascallares.Por eso, la primer amenaza fuerte de Giustozzi a Massa fueron los diálogos conel kirchnerismo para que permitieran a Bolettieri participar de las primariasdel Frente para la Victoria.

En esa tarea lo ayudó Alberto Fernández, que fiel a su ambivalencia, trabajó para acercar a Giustozzi a Scioli y fue el que acordó con el ministro Alejandro Granados el "agradecimiento" de Bolettieri al gobernador por la Policía Municipal, cuando ambos compartieron un acto en Almirante Brown. 

Al mismo tiempo abrió diálogos con el PRO vía el ministro Emilio Monzó y ofreció cuidarle la boleta a Macri en Almirante Brown durante las primarias. O sea, abrió todas las puntas posibles mientras presionaba al máximo a Massa para tratar de conseguir que bajaran a De Narváez.

Ayer la tensión llegó al punto máximo cuando Giustozzi se enteró que los intendentes del massismo se habían reunido y habíandecidido rechazarle su decisión de ser candidato único del espacio.

Pero la ruptura se precipitó cuando supo que los diputados nacionales sehabían reunido en Mar del Plata y habían decidido pedirle la renuncia a la jefatura de bloque –también anticipada porLPO- para terminar con su “extorsión”, como calificaron las presiones de exintendente.

Quizás por primera vez en mucho tiempo rápido de reflejos,Giustozzi se comunicó con Clarín con un mensaje claro: “Me voy del FrenteRenovador y estoy dispuesto a hablar”. Evitó así que le ocurriera lo mismo quea Jesús Cariglino, que ante la inminencia de su salida, Massa optó por echarlo.

En ese momento Massa estaba con Felipe Solá y GabrielKatopodis en una recorrida por Las Heras y Marcos Paz y de inmediato se definiósu sucesor: El ex gobernador o el diputado Alberto Roberti lo reemplazarán en la jefatura de bloque yparadójicamente con su decisión Giustozzi logró que su rival obtuviera lo queél pretendía para si mismo: Hoy Francisco de Narváez es casi el candidato únicodel Frente Renovador.