Aceiteros van al paro y crece la bronca de Tomada con Kicillof
Este lunes venció la conciliación obligatoriadictada por el Ministerio de Trabajo en el marco del conflicto salarial entrela Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y la Federación de Obreros Aceiterosque nuclea a un grupo de trabajadores del sector.
De esta manera, según dijeron a LPO diversasfuentes que participaron de las negociaciones paritarias, dicha Federación -dealcance nacional pero sólo con influencia en la zona sur de Santa Fe- llamó aun paro por tiempo indeterminado.
“Están como locos los muchachos”, reconocieronen el Ministerio de Trabajo advirtiendo de alguna manera el alto grado demalestar que hay entre los sindicalistas que reclaman un 42,2 por ciento deaumento (quieren llevar el salario mínimo a $14.931).
En diálogo con LPO, Daniel Yofra, secretario dela Federación de Obreros Aceiteros, lanzó un desafío directo a a la idea delministro de Economía, Axel Kicillof, de ponerle un techo a las paritarias del25%, en línea con el supuesto nivel d einflación que esgrime el Gobierno. “Nosotrospedimos de acuerdo a lo que necesita un trabajador para vivir dignamente comomarca la Constitución, no nos fijamos en la inflación”, afirmó Yofra.
Esta posición cerrada de Kicillof ya despertóel enojo de los negociadores del Ministerio de Trabajo que conduce CarlosTomada, que ven diluirse su rol en la negociación. “Las paritarias conaceiteros las monitorea minuto a minuto Kicillof y es él quien, en definitiva,va a disponer qué número podemos cerrar entre las partes”, reconocieron a LPO fuentesde la cartera laboral.
Por el lado empresario, por su parte,remarcaron que los sindicalistas en realidad están reclamando un 48% de aumentodado que el 42% difundido sería sólo para la primera categoría de trabajadores(la menos numerosa y representativa).
En las empresas aseguran que no están encondiciones de avalar el aumento dado que el sector padece una capacidad ociosadel 30% debido a la retención de granos de los productores, sumado a la caídaen el precio de la soja y al retraso cambiario.
“El aumento que reclaman es casi el doble dela inflación esperada para este año según las consultoras privadas, estasituación pone al sector en circunstancias de evaluar un ajuste para continuaroperando”, alertó un empresario del sector en diálogo con LPO.
Incidentesy divisas
La industria tema además que la falta deacuerdo genere episodios de violencia. La semana pasada hubo graves incidentesen la planta de la empresa Dreyfus, a 22 kilómetros de Rosario, cuando un grupode personas encapuchadas quemaron autos de empleados de la firma, un galpón yuna oficina.
A principios de abril también se produjerondisturbios en las plantas de Terminal 6 y en Nidera, en Puerto General SanMartín. Allí, unos 20 camioneros rompieron las instalaciones de la empresa ydestruyeron varios vehículos.
En estos casos, la queja de los transportistasgiró en torno a la supuesta demora en malas condiciones que debían afrontarpara descargar los granos en los puertos (sin embargo, el reclamo de fondoestaría vinculado a las tensas negociaciones salariales).
Por eso, en el sector agroexportador temen queesta semana vuelvan a registrarse incidentes en los puertos teniendo en cuenta losantecedentes de las últimas semanas.
Además, otro punto de enorme importanciarelacionado al paro del gremio aceitero es la liquidación de divisas, que severía afectada justo en el mes de mayo, que es el de mayor ingreso de dólaresproveniente de las cosechas de soja y maíz.
Las empresas agroexportadoras nucleadas enCiara-CEC informaron este lunes que la semana pasada liquidaron unos u$s 581millones, mientras que en lo que va del año la liquidación de divisas de estesector asciende a u$s 5.633 millones.
En las próximas horas se podría sumar al paroel Sindicato de Aceiteros de San Lorenzo, gremio muy fuerte que representa a lamayoría de los trabajadores de las plantas industriales del Gran Rosario.
En este clima de tensión, el miércoles serealizará otra audiencia entre representantes de la Federación de ObrerosAceiteros y directivos de Ciara-CEC. “Se va a buscar una alternativa, pero lomás probable es que terminemos mirándonos las caras”, adelantaron en Trabajo.