Elecciones 2015

Massa llenó Vélez y recargó su proyecto presidencial

Apuntó contra Scioli, Macri y La Cámpora. Luego de las derrotas en Capital y Santa Fe, Massa volvió a la cancha.

Sergio Massa se vistió por unos minutos de rockstar: un estadio repleto coreó su nombre y le pidió que sea el próximo presidente de la Nación. Así, el líder del Frente Renovador revalidó su lugar en la máxima liga de la política. Llenó la cancha de Vélez Sarfield con el apoyo de los barones del Conurbano y apuesta a seguir en la pelea de arriba.

El candidato presidencial del “Cambio justo”, como redefinió su campaña desde el acto en San Martín, pronunció un discurso fuerte y breve, donde atacó las peores falencias del Gobierno nacional y se ocupó de diferenciarse de Mauricio Macri, su principal competidor.

En un día difícil, por ser primero de mayo y además lluvioso, el aparato massista cumplió sin embargo su misión. Reflotó la campaña del ex jefe de Gabinete a días del papelón en las elecciones porteñas y el poco protagonismo en las de Mendoza y Santa Fe.

Antes de salir al escenario y con la certeza que la cancha estaba llena, Massa juntó a todos sus dirigentes detrás del telón, prendió las pantallas led y les mostró el estadio colmado. De inmediato lanzó una arenga de motivación al estilo final de Copa y para sorpresa de todos, el imperturbable Roberto Lavagna se puso a lagrimear y terminó fundido en un abrazo con Malena Galmarini. "Nunca estuve tan convencido de algo", murmuró. 

"Les quiero contar un secreto a más de 60 mil almas que hoy nos acompañan para que lo compartamos con cada argentino, de Ushuaia a La Quiaca: voy a ser presidente de la Nación", dijo el tigrense al comenzar su discurso. Y la gente coreó: “Se siente, se siente, Sergio Presidente”.

“Voy a ser presidente porque me da asco la corrupción”, bramó el candidato. “Los voy a meter presos, yo no les tengo miedo. Me rebela tanta injusticia, tanta pobreza”, siguió Massa.

Los primeros chispazos de agua comenzaron a caer a las cinco de la tarde y se mantuvieron durante toda la jornada, aunque la lluvia no impidió nada. El acto central comenzó recién a las 20, luego de que por el escenario pasaran un par de grupos de música, entre ellos "Los Palmeras", que le hicieron un single al tigrense.

En los entretiempos, desde las tribunas bajaban las melodías del himno nacional y la marcha peronista.

Hasta con bronca, el massismo logró así una buena demostración de fuerza, que tiene un solo riesgo, o debilidad. Que represente sólo un ejercicio hacia adentro, un “circo propio” para contener ansiosos.

Durante su discurso, el tigrense apuntó duramente contra Macri y Scioli, además de tratar de “ñoquis” y “parásitos” a los militantes de La Cámpora.

Al jefe de gobierno porteño lo identificó con “el pasado y el ajuste” y sostuvo que en su proyecto “no hay acuerdos de gobernabilidad, sino un rejunte de dirigentes”. Al gobernador bonaerense lo calificó de “lorito servil que repite todo lo que dicen desde La Rosada”.

"Nos quieren vender que la Argentina está dividida en dos vereda” pero "hay una grieta en el medio, esa ancha avenida, más ancha que la 9 de Julio que está abierta a recibir a todos aquellos que no quieran discutir más el pasado y que tengan ganas de construir el futuro", propuso el diputado nacional.

Los que más desplegaron tropa sin duda fueron los intendentes y dirigentes del conurbano bonaerense. Columnas de Raul Othacehé (Merlo), de Ruben Ledesma y Raúl Leguizza (La Matanza), de Joaquín de la Torre (San Miguel), pasacalles de Humberto Zúccaro (Pilar), banderas de Jesus Cariglino (Malvinas Argentinas) entre otros jefes del territorio que trasladaron su gente a Liniers.

Los candidatos a romper gobiernos del kirchnerismo también pusieron lo suyo. Más de diez cuadras de colectivos por Avenida Juan B. Justo con pegatinas de Roberto Vazquez de San Vicente, Dardo Otonello de Florencio Varela, del Chuby Leguizamon de La Plata, pancartas de Oscar Duche, de Jose C. Paz, José Luis Pallares, de Lanús, Sergio Villordo, Quilmes. La gente de Ramiro Trezza y Diego Molea, de Lomas de Zamora, copaba una de las tribunas con banderas blancas. Otro sector mostraba banderas de Ricardo Giacobbe, Berazategui, y Martín Marinucci, Morón, entre otros.

Los hombres del tigrense estaban alucinados con la cantidad de gente que se agolpaba en el estadio. “Está todo el peronismo de la provincia”, comentó un hombre de Mercedes a este medio. “Fue una apuesta fuerte”, dijo uno de Morón aliviado por el éxito de la jornada. “La Cámpora hizo Argentinos Juniors y ni siquiera lo llenó, ni que hablar Macri”, se mofó un armador del FR.

Mientras Massa hablaba, sentados en primera fila estaban Felipe Solá, Darío Giustozzi, Facundo Moyano, Graciela Camaño, Jorge D’Onofrio y José Ignacio De Mendigure.

Detrás de ellos diputados como Adrián Pérez, Marcelo D’Alessandro, Mirta Tundis, y el cuñado del tigrense, Sebastian Galmarini, uno de los organizadores del evento junto a Malena Galmarini.

Del lado de los intendentes, ubicaron en primera fila a Mónica Lopez y Francisco De Narváez, que sorprendieron uno al lado del otro. Se destacaban intendentes como Gabriel Katopodis, Carlos Selva, Luis Acuña, Mario Meoni, Luis Andreotti, entre otros.También estuvieron los cuadros del equipo económico Aldo Pignanelli, Miguel Peirano y Martin Redrano. 

Cariglino, si bien aportó gente, no se lo vio en el escenario. Se sabe que mantiene su idea de que Massa vaya de candidato a gobernador en una gran alianza con Macri. De no concretarse esto, sus días en el Frente Renovador están contados.

El hit de la tarde fue la canción que Los Palmeras –que llegaron de la mano de Héctor Cachi Gutierrez, según se comentaba- hicieron especialmente para el líder del espacio. El estribillo decía así: “Pero qué quiere la gente, quiere algo diferente, para cambiar el presente, el futuro está en el frente”. Los presentadores fueron los ex Tinelli, Larry de Clay y Carna.

Se proyectó además un video con el saludo de precandidatos radicales a la gobernación, como Gerardo Morales, José Cano y Luis Naidenoff, además del mensaje del socio de Massa en el frente UNA, el gobernador José Manuel de la Sota, que mandó “un abrazo para acompañar ese maravilloso acto en Vélez, y auguró que “vienen nuevos tiempos para Argentina”.