Rusia, otro caso de relaciones carnales que aumenta el déficit comercial
Las dos potencias con las que Cristina decidió profundizar las relaciones comerciales en el último año no son precisamente las que generan un saldo positivo para la Argentina, a pesar de que la escasez de divisas está lejos de resolverse.
Es que tanto China como Rusia, con quien el gobierno firmó en los últimos meses convenios de cooperación e inversión en sectores clave, le generan al país una salida neta de divisas, pese a que aparecieron como “prestamistas de última instancia”.
La presidenta finalizó ayer una gira de dos días por Moscú, durante la cual Vladimir Putin le transmitió su preocupación por la caída de las ventas de gasoil a estas pampas.
El mandatario ruso tiene motivos para estar enojado. De acuerdo a datos de Abeceb.com, en estos dos meses las importaciones con Rusia cayeron un 88% y un 94% de esa baja se explicó por las menores compras de gasoil.
Según la consultora, si bien el primer bimestre mostró un resultado positivo por U$S46 millones, “desde 2011 el resultado es negativo para la Argentina debido al crecimiento de las importaciones de gasoil”.
Lo cierto es que en el 2014, el rojo alcanzó los U$S621 millones, ya que las exportaciones sumaron U$S723 millones, en tanto las importaciones totalizaron U$S1344 millones.
“Desde 2011, la balanza comercial bilateral exhibe un resultado en rojo. Ese año, el desequilibrio fue de 24 millones de dólares; en 2012 ascendió a 407 millones; y en 2013 trepó a 995 millones de dólares, al ritmo del crecimiento de las compras de combustible”, advierte el reporte de Abeceb.
Es la misma dinámica que se observa con China. Como explicó LPO, la balanza con la nación asiática se tornó negativa en el 2008 y desde ese entonces no paró de crecer, hasta llegar a un rojo récord de U$S6300 millones en el 2014, un 8% superior al de 2013.
En cuanto a Rusia, el año pasado el gasoil concentró el 76 por ciento de las importaciones concretadas desde ese país por 1.027,8 millones de dólares. El segundo rubro en importancia fueron los abonos y fertilizantes con el 18%, por U$S241 millones.
Por su parte, “desde Argentina se exportó carne bovina por 165,3 millones, el 22,9 por ciento del total, quesos por 94,4 millones, el 13,1; y frutas frescas por 78,2 millones, el 10,8 por ciento”, puntualiza el trabajo de Abeceb.
La ecuación es muy simple: nuestro país exporta principalmente materias primas e importa desde Rusia combustible para capear la crisis energética.
La situación con China es similar, de la que la Argentina es un proveedor de soja y aceite de ese origen, que nuestro país intercambia por máquinas y aparatos eléctricos.
En la consultora dirigida por el economista Dante Sica explican que Rusia se sitúa en el puesto 29 de los mercados de exportación argentina y el 11 en cuanto a las importaciones.
El primer bimestre del año exhibió un resultado positivo de 46 millones de dólares, con importaciones por U$S20 millones y exportaciones por U$S67 millones.