Elecciones 2015

Rocca ningunea a Betnaza y se acerca a Scioli

El líder de Techint se hartó de las frustradas apuestas de su operador por Sanz y Macri y se acercó a Scioli.

Paolo Rocca se cansó. Ya no quiere escuchar a Luis Betnaza hablar de Ernesto Sanz, de Mauricio Macri y prefiere apostar las fichas en Daniel Scioli, uno de los candidatos en la interna del Frente para la Victoria.

El líder de Techint viene bregando desde 2011 por una primaria opositora que polarice la elección entre el Gobierno y la oposición, a la que le pide “un cambio”. A quien quiera escucharlo pide un “dólar alto” y un clima de negocios más propicio.

En 2011 fue tanta su furia que llegó a retornar de Europa fugazmente para mostrase con Eduardo Duhalde, quien intentó sin éxito unir a la oposición.

Frustrada esa opción, el operador del grupo, Luis Betnaza, no se rindió y apostó a Ernesto Sanz, pero vio como se bajaba cuando no sumaba un punto de intención de voto.

Pero el presiente del Comité radical se convirtió en su más fiel intérprete y pasó estos años en busca de una alianza opositora y no peronista que tanto anhelaba Rocca -y sobre todo Betnaza-. Y pareció lograrla con la convención radical que definió un acuerdo con Mauricio Macri y Elisa Carrió.

Viejos recelos

Sin embargo, Rocca nunca se llevó bien con Macri. Algunos hablan de viejas rencillas con el padre que el jefe de Gobierno jamás intentó saldar, ni siquiera cuando hace unos meses lo recibió para decidir si aportaba a su campaña.

Como reveló en su momento LPO, la reunión fue mala. El líder de Techint no toleró que el jefe de Gobierno quisiera ingresar con su mano derecha y también empresario Nicolás Caputo. Y todo terminó pésimo.

Betnaza no se amilanó y compró un par de mesas en la recordada cena a beneficio para empresarios liderada por Macri. Luego empujó a Sanz para volcar a la UCR al PRO y sintió que su tarea estaba cumplida.

La incorporación de Carrió no era menor, porque permitía callar a la principal rupturista de las elecciones y enterraba la idea de una fragmentación opositora.

Hermes Binner se bajaba y sólo restaba que Sergio Massa siguiera ese camino y se inclinara por la provincia de Buenos Aires.

Pero Rocca pronto empezó a ver que nada era tan sencillo como le prometía su operador. Todavía no habían terminado de asentarse las noticia del triunfo de Sanz en la Convención, que Macri adelantaba que los radicales tendrían poco lugar en su gabinete y no les cedería el vice; mientras Massa sostenía su candidatura y Stolbizer tomaba la posta del Frente Progresista.

Cansado, el líder de Techint comenzó a hablar de Scioli. Lo hizo con la decena de constructoras que manejan el mercado y esperan un gobierno que mejore sus negocios. No un cambio radical.

“A ninguno le entusiasma la idea de un cambio brusco, como el que planteó Macri cuando dijo que levantaba el cepo al otro día de asumir la Presidencia. Quieren tranquilidad y sólo la encuentran en Scioli”, confesó a LPO una fuente del sector.

Uno de los principales empresarios del país, que frecuenta a Rocca y recibe ataques frecuentes de Cristina, también pensó en el gobernador. Y en Semana Santa se sentó con él a hacer las paces.

Los supermercadistas son otro sector que se asusta de Macri y apuesta a Scioli. Este año se recuperaron con el plan Ahora 12 y las ofertas de los bancos y temen que alguien se los quite.

Sergio Massa mira la película desde lejos. En el empresariado cree que su insistencia en visualizar a Roberto Lavagna no tiene otro objetivo que lograr un puente con Techint.