Chubut

Los escándalos policiales que complican a Martín Buzzi

Un jefe desplazado denunció que no quisieron arrestar a un pirómano en la zona de los incendios. Los otros escándalos.

Martín Buzzi enfrenta un nuevo escándalo en su golpeada gestión en Chubut. El gobernador patagónico quedó otra vez en el centro de las críticas, ahora por una grave denuncia de un jefe policial desplazado días atrás, que se suma a una serie de episodios que ensuciaron a la fuerza.

A inicios de la semana, el subcomisario Juan José Ale fue desplazado del Grupo Especial de Operaciones de la Policía (GEOP) por el jefe de la fuerza, Rubén Cifuentes, y trasladado a una función administrativa, pese a que se trata de un oficial formado en cuestiones operativas. Sin motivos aparentes para la salida, el propio Ale fue el que dio a conocer por qué lo sacaron de su puesto y desató un escándalo en la fuerza.

El desplazado subcomisario habló de "una persecución" de la cúpula de la fuerza y admitió estar expuesto tras una serie de denuncias por presunta corrupción que denunció internamente, según informó el diario Jornada. "Hay cosas gravísimas que pasan en la Policía", afirmó.

Una de esas denuncias, la más grave, sostiene que la cúpula de la policía chubutense se negó a detener a un líder del movimiento “Resistencia Mapuche” sobre el que pesa un pedido de captura de la Interpol, solicitado por Chile. Se trata de Jones Huala, un extremista acusado de iniciar varios incendios en la zona. “Está comprobado, los policías lo vieron pero hubo una orden para no detenerlo”, lanzó.

La presencia de Huala en Esquel coincidió con los gravísimos incendios forestales en la provincia, por lo que fue vinculado a esos hechos. “Esta persona tiene pedido de detención internacional por Interpol por hechos gravísimos. Si bien fue encontrado e identificado en una zona de reserva el jefe de la Unidad Regional de Esquel, Oscar Marinao, el subjefe y el jefe de la Brigada de Investigaciones no lo detuvieron por directivas de Cifuentes”, detalló, al tiempo que mostró las fotos que prueban la presencia del presunto pirómano.

Esta denuncia pone en cuestionamiento la denuncia inicial de Buzzi acerca de que los incendios estarían motivados por el negocio inmobiliario. El propio ministro coordinador Juan Garitano admitió que grupos mapuches estarían vinculados a estos hechos. Si el gobierno tenía esta información, la pregunta que surge es por qué la policía no detuvo al sospechoso.

Ale tampoco descartó que su salida haya sido por motivos políticos, ya que su padre (Juan José Ale, ex jefe de la policía en tiempos de Das Neves) es legislador provincial por el sector del Frente para la Victoria enfrentado a Buzzi. “No sé si hay cuestión de índole política, no debería y si la hay es preocupante”, sugirió.

Pero los dardos no quedaron ahí. También se refirió a los robos a cajas de seguridad, que se han repetido en los últimos meses en la provincia y que han generado sospechas de todo tipo. “A mí me llama la atención como a toda la ciudadanía. Basta con leer los diarios para pensar que algo puede estar pasando. No puedo entender que haya funcionarios policiales vinculados con procesos abiertos por vinculación a la delincuencia y que continúen en jefaturas estratégicas. Esto está ocurriendo y cada vez con más fuerza”, denunció.

La réplica no tardó en llegar. El secretario de Seguridad de la provincia, Oscar Martínez Conti, indicó que Ale está siendo investigado por Asuntos Internos debido a su posible participación en un incidente que tuvo su padre con un abogado de Puerto Madryn, al que le habría dado una trompada en un shopping.

Otros escándalos

Las denuncias de Ale se dan en momentos en que otros escándalos golpean a la policía chubutense. Esta semana, Gendarmería Nacional detuvo a un policía de Trelew con cocaína, marihuana y LSD. Además, conducía un auto sin papeles y tenía en su poder un revolver robado.

Al mismo tiempo, la Justicia ordenó ayer volver a enjuiciar a cinco policías que habían sido absueltos por la presunta violación de un menor de edad en un calabozo de Trelew. Otros dos efectivos y un médico policial fueron condenados en un juicio abreviado.

Los episodios de muertes de jóvenes en comisarías han sido reiterados en los últimos años. El caso más reciente es el de Mauro Castaño, quien fue detenido por una contravención y habría sido quemado por otros detenidos por hechos más graves. La familia denuncia que fue abandonado por los policías y que los colchones de la comisaría no eran ignífugos, por lo que también apuntan a autoridades de seguridad de la provincia. El año pasado en la misma comisaría también murió en un incendio Silvia Osorio.

Este tipo de hechos se ha reiterado en otras comisarías de la provincia, además de otros episodios de violencia policial. Pero lo más grave es el crecimiento de la inseguridad es las principales ciudades de la provincia. De acuerdo a datos que manejan en la Legislatura provincial, de 2012 a 2013 el número de delitos creció un 50%, misma cifra que había crecido de 2011 a 2012.