Senado

La pulseada de Massa y Rodríguez Saá, detrás de la caída del pliego de Carlés

El puntano negoció con el Gobierno, pero el tigrense llevó a un acto a los senadores de su interbloque.

La tensión entre Sergio Massa y Adolfo Rodríguez Saá terminó siendo clave para el fracaso del pliego de Roberto Carlés, que sería retirado por el Gobierno porque no consigue los dos tercios necesarios para aprobarlo.

El Gobierno partió de no menos de seis votos abajo porque 28 senadores de la oposición habían anticipado que lo rechazarían.

Y enseguida puso los ojos en Adolfo Rodríguez Saá, jefe del interbloque del Peronismo Federal, pero la negociación terminó frustrada entre otras cosas por la intervención de Sergio Massa.

Massa tomó el pliego de Carlés como una provocación. Se trata nada menos que del coordinador del anteproyecto de reforma penal, que el tigrense catologó de “excesivamente garantista” y frustró con una junta de firmas de todo el país.

Desde el comienzo, el puntano no dio señales claras. No firmó el documento con la oposición, omitió declaraciones y no estuvo en la sesión de la comisión de Acuerdos cuando se trató el tema.

El tigrense no tardó en olfatear que algo había y trabajó para fisurarle el bloque. “No sé qué va a pasar. Yo voy a votar en contra”, se la escuchó a la chubutense Graciela Di Perna, cercana a Mario Das Neves, cuando la consultaban por la postura de su interbloque.

Massa hizo saber su furia con Rodríguez Saá en la reunión de peronistas díscolos patrocinada por el neuquino Guillermo Pereyra. “Acá hay un único candidato y es Sergio Massa”, fue presentado por sus seguidores. “Disculpen, también está Adolfo Rodríguez Saá”, corrigió la puntana Liliana Negre de Alonso. 

Al día siguiente Rodríguez Saá se lanzó a presidente y aclaró que hará una primaria sólo con José Manuel de la Sota, aun cuando el líder del Frente Renovador nunca había rechazado públicamente participar.

Esta semana la disputa subió.  Massa armó un acto para rechazar el pliego de Carlés y subió al escenario al sanjuanino Roberto Basualdo, mano derecha de Rodríguez Saá en el interbloque. Como el puntano, no había firmado aquel documento opositor en rechazo a Carlés. También se mostró con su aliado radical Nito Artaza.

Además sumó a la resistencia al pliego de Carles -que propician tanto la Casa Rosada como el Papa Francisco-, al propio neuquino Pereyra y al salteño Juan Carlos Romero.

Con elecciones simultáneas, Basualdo no puede despegarse del Frente Renovador para competir contra José Luis Gioja. Tampoco puede distraerse Juan Carlos Romero, candidato a gobernador en Salta con apoyo de Massa.

El líder del Frente Renovador le vació así el bloque al puntano, al conseguir que Basualdo, Pereyra, Romero y Di Perna se sumaran al rechazo al pliego del discípulo de Eugenio Zaffaroni. Antes el Gobierno ya había perdido una aliada habitual, la también neuquina Lucila Crexell.

Siempre sin prisa pero sin pausa, el puntano tampoco llegó a buen puerto con el Gobierno. Se reunió con Axel Kicillof pero no acordó una devolución de la deuda histórica que San Luis le reclama a la Nación. Y, ahora sí, dice tener claro que votará en contra de Carlés.