Peronismo

La identidad histórica del movimiento emancipador argentino

Como una suerte de Alianza aggiornada, los sectores más rancios de la Argentina modifican su configuración a la hora de oponerse al movimiento nacional histórico de nuestro país: el Peronismo.

Laalianza del PRO con la UCR es un nuevo episodio en una larga historia dereacción de los sectores conservadores. Cimientan una unión en la sola consignade derrotar un proyecto popular y no en una construcción de poder que lespermita cambiar aquellas cuestiones que predican querer modificar.

Comouna suerte de Alianza aggiornada, los sectores más rancios de la Argentinamodifican su configuración con habilidad a la hora de oponerse al movimientonacional histórico de nuestro país: el Peronismo. No es casualidad, hoy el FpVvive sus propias tensiones, para definir la continuidad del proyecto en eseamplio espectro que es el Peronismo junto a otros que acompañan –siempre hasido una costumbre en el movimiento desde su génesis, que abreva de distintascorrientes para construir un colectivo superior que no niegue sus identidadespropias-.

Noes ilógico. Muchas veces y desde numerosos espacios han apostado a fomentar lasatomizaciones. Tanto los sectores más conservadores como aquellosautodenominados de izquierda, e incluso cierto progresismo testimonial queintegra el mismo espacio, han establecido una dicotomía errónea sobre Peronismoo Kirchnerismo.

ElPeronismo es la identidad histórica del movimiento nacional emancipador de laArgentina. Su lugar contemporaneo de expresión es el FPV. El kirchnerismo es lacontinuidad histórica de ese movimiento nacional que expresa el Peronismo ensus mayores dirigentes, que no por casualidad siempre son Peronistas. Lacomparación a favor de cualquier “supuesto” lado sólo apuesta a dividir aquelloque no está separado en la conciencia popular. Esto es, que las grandestransformaciones a favor de los trabajadores, de los que menos tienen y de laclase media han sido fruto de esa doctrina política.

Cuandoel diputado radical Oscar Aguad habla de luchar contra lo acontecido en losúltimos 70 años -fecha que coincide con el advenimiento del Pueblo y su líderel 17 de octubre-, o cuando Mauricio Macri refiere a “los que hicieron todo mallos últimos 30 años” apuntan al núcleo de la cuestión que se define en 2015. Lacontinuidad del proyecto peronista, o el freno a las políticas que lograron unpaís más justo, más igualitario y con grandes posibilidades de desarrollo, aúncon mucho camino por delante, pero incomparable con aquella nación en ruinasque dejó la última puesta en escena de esta Alianza que hoy se repite.

Anteeste embate, la obligación del Frente para la Victoria es consolidar la unidadnacional. Es un mandato histórico y una responsabilidad que los dirigentes delFpV deben asumir. La laceración interna, las embestidas dialécticas y elmedidor de pureza en sangre solo dañan al Proyecto Nacional y ponen en riesgoel objetivo de mantener los logros obtenidos y de trabajar en lo que aún hacefalta. Las teorías que buscan dañar esta unidad son de lo más dispares. Desdeel sinsentido de imaginar el deseo de una derrota y la constitución de unaminoría intensa, propia de una vanguardia iluminada que se cree superior a losmismos votantes, hasta la idea de expulsar del movimiento a los que no seanpuros, una pureza delimitada por intereses de aquellos que promueven elindividualismo frente al bien común. Cualquiera de ellas es una trampa cuyoprincipal perjudicado va a ser el pueblo.

Poreso el llamado a la unidad es una responsabilidad que debe trascender losproyectos individuales. No existe realización individual sin realizacióncolectiva, y todos deben subsumirse a trabajar para que el mejor exponente del Peronismo surja de las PASO y continúeel sueño que propuso Néstor en esa boleta del año 2003.

Nohay lugar para sembrar dudas entre compañeros por intereses mezquinos. No hayespacio para proyectos personales que se definan por la candidatura de unomismo. Este momento histórico precisa de dirigentes que puedan desprenderse deegos, especulaciones y ambiciones para definirse con convicción y firmeza en elespacio que tiene un único objetivo: la felicidad del pueblo y la grandeza dela Patria.

Delo contrario, esta división se trasladará a nuestro pueblo y exacerbará esa falsa "grieta" queciertos grupos buscan establecer desde la aparición de la unión democrática,que vive hoy en esta nueva Alianza con una coincidencia de pensamientofundacional: ser antítesis de lo popular.

Estaconvocatoria a la unidad del Peronismo es uno de los pilares de Daniel Scioli.En medio de escaladas verbales, chicanas con flojo sustento y especulaciones,Scioli ha marcado a pulso esta necesidad y obligación para esta nueva etapa quede continuidad al proyecto nacional. Es la cara visible de una expresión qsubyace en el adn peronista, el “todos unidos triunfaremos”. No son meraspalabras sino hechos. El gobernador ha hecho de la lealtad y el compromiso unculto defendiendo cada uno de los logros que se han conquistado para losargentinos, poniendo la cara y el cuerpo para llevar adelante lastransformaciones en los lugares de mayor responsabilidad, y hoy mas que nuncaenarbolando las banderas históricas del movimiento. Es ese el camino quetransita hoy el Peronismo, enfrentar al adversario que concentra el regreso alpasado, la carta blanca para cambiar todo. Un retroceso para todos losargentinos de los logros que son suyos.

Fuedesde el Peronismo que se apuntó a la alianza de clases, que se logró la uniónde la burguesía nacional con los trabajadores organizados en la búsqueda de unproyecto de país. Que prospere el trabajo del campo y sea puesto en función deldesarrollo de la Patria. Fue desde el Peronismo que se generó una argentina masjusta, libre y soberana. Y fue desde el movimiento peronista que se logróestablecer una visión política, económica y filosófica que marcó a la Argentinacomo excepción a la bipolaridad mundial de época, de las alternativas sindestino de liberalismo o colectivismo.

Comodecía Perón ya en 1950: “Hay que allanar todos los obstáculos que se opongan ala coincidencia de los argentinos en los principios esenciales q todoscompartimos”. Consolidando la unidad nacional lo logrado será irreversible. Loque falta será realidad. Esos principios solo han sido realidad efectiva con elPeronismo