El PJ presenta un festival de colectoras para intentar frenar al radicalismo
Con la habitual osadía política del vicegobernador Carlos Ciurca, el peronismo mendocino se aseguró el aval de la Junta Electoral provincial para que las listas de cada municipio puedan competir en las primarias con sus tres precandidatos a gobernador.
La movida fue prohibida para la UCR, porque el radicalismo no logró que sus aliados para la carrera por la Gobernación coincidieran en unificar candidaturas departamentales.
El órgano que resuelve los pleitos electorales, integrado por los ministros de la Corte, el vicegobernador y el titular de la Cámara de Diputados (el peronista azul Jorge Tanús), rechazó un pedido de la UCR por el cual pretendía que todos sus aliados llevaran la misma fórmula para la Gobernación pero diferentes candidatos.
Además, los aliados pretendían mantener sus “identidad partidaria”, como es el caso del tradicional Partido Demócrata.
El oficialismo, por su parte, para realizar la misma maniobra, adujo que su reglamento interno no podía ser ni cuestionado ni anulado por la Junta Electoral, lo que fue ratificado por 7 votos a 2. Así, por ejemplo en Guaymallén, el municipio más poblado de la provincia y clave en toda elección, el FpV tendrá nada menos que 29 listas.
Si bien los radicales patalearon y denunciaron maniobras de Ciurca para perjudicarlos, el aval de la gran mayoría de los jueces, hizo que el planteo quedara en la nada.
Sin embargo, en privado, los radicales admiten que “se durmieron” y que sus socios en el frente que lideran “no están completamente convencidos de apoyarnos para la Gobernación. Por eso, algunos quisieron mantener sus sellos y de ahí el problema, se la dejamos servida al peronismo”, relató un operador radical.
El dato es relevante teniendo en cuenta que en varios sondeos que se manejan a puertas cerradas en ambos partidos, si bien lidera Alfredo Cornejo con 30% de intención de voto, los tres precandidatos peronistas, juntos, lo superan por una buena diferencia. De ahí la premura del oficialismo por poder poner en cada cuarto oscuro de la provincia la mayor cantidad de boletas con sus fórmulas, más allá de los problemas internos.
En las PASO provinciales del 19 de abril, se juega mucho más que la Gobernación. Tanto legisladores provinciales como concejales, serán clave para la estrategia del oficialismo, de intentar hacer pesar lo más posible el aparato territorial de los intendentes, la carta que tienen guardada para intentar impedir un triunfo radical.