Gabinete

Cristina agita la interna entre Kicillof y Casamiquela

En el anuncio de retenciones segmentadas quedó en evidencia la mala relación entre el ministro de Economía y de Agricultura.

Si hay un aspecto por el que se caracterizaron tanto Néstor como Cristina Kirchner es que históricamente incentivaron las internas entre sus colaboradores, quizás, por una concepción de la vida de completa desconfianza hasta de sus más íntimos.

Esto quedó al descubierto una vez más, por ejemplo, en el anuncio del cambio en el esquema de retenciones que Cristina Kirchner presentó el lunes pasado en la Casa Rosada junto a Axel Kicillof, Carlos Casamiquela, Julio De Vido y Aníbal Fernández.

Durante su discurso, la Presidenta se encargó de remarcar en varias oportunidades que el verdadero gestor del acuerdo con la nueva conducción kirchnerista de Federación Agraria (FAA) fue exclusivamente Kicillof.

“Fue el ministro de Economía quien realmente logró llevar adelante, no solamente este programa, sino también el reconocimiento que le hemos hecho a todos los tamberos de hasta 2900 litros de producción reconociéndoles 30 centavos”, dijo Cristina.

Pero no sólo eso: por primera vez en una Cadena Nacional, Cristina le cedió la palabra por largo tiempo a un funcionario. “Es una cadena a dos voces”, dijo, entre risas, la primera mandataria cuando terminó de hablar el ministro de Economía.

Así, casi como si hubiera estado planeado, al lado de Kicillof se encontraba sentado Casamiquela, a quien la presidenta no mencionó en ninguna oportunidad a pesar de ser el ministro de Agricultura y, en teoría, el que debería ocuparse de estos anuncios.

Por esto mismo Kicillof -de mala relación con Casamiquela- copó la escena y se apropió de logros tales como los acuerdos con FAA (que incluyeron compensaciones a tamberos y retenciones segmentadas) y la consecuente ruptura de la Mesa de Enlace.

La foto fue clara. Antes del discurso presidencial, Kicillof se reunió con Omar Príncipe y llevó a ese encuentro a su segundo Emanuel Álvarez Aguis. Casamiquela, en cambio, se quedó afuera de la reunión y solamente presenció el anuncio, según supo LPO.

“A Casamiquela lo dejaron pintado; ni siquiera le avisaron para qué se hacía la reunión entre FAA y Kicillof”, dejaron trascender a este medio en ámbitos oficiales. En el Ministerio de Agricultura, en tanto, no quisieron referirse a esta cuestión.

Sin embargo, está claro que las jugadas del ministro de Economía no son bien recibidas por Casamiquela, que ya debe soportar tener entre sus filas al secretario de Emergencia a Javier Rodríguez, “un soldado de Kicillof”, como él mismo se autocalifica.

Otros, en cambio, vieron en el discurso del lunes solamente una estrategia política de Cristina para levantar a Kicillof. “Axel es el candidato y está bien que la presidenta intente levantarlo”, argumentan, ignorando casi por completo el rol de Casamiquela.

En cierta forma las palabras del camporista José Ottavis revelan parte de esto y la pelea entre la agrupación del hijo presidencial y el PJ tradicional. “Nosotros queremos que el presidente sea Máximo, Axel, Wado o el Cuervo”, señaló Ottavis.

Como sea, algunos remarcan que es probable que a Casamiquela -un peronista clásico del interior del país de 66 años- no le desvele esta interna política con Kicillof dado que su futuro está más cerca de su familia que de la política.