La UCR mendocina, en crisis tras la Convención de Gualeguaychú
“Los radicales mendocinos son muy desagradecidos con Cobos”, resumió el senador provincial y mano derecha del ex vicepresidente Juan Carlos Jaliff, quejándose por el triunfo de la postura de Ernesto Sanz en la Convención nacional del partido.
La alianza de la UCR con el PRO, a la que Cobos se opuso férreamente, abrió una profunda herida en la ya de por sí frágil convivencia del radicalismo mendocino, dividido entre cornejistas y cobistas. Justamente ambos bandos se enfrentaron en el Congreso provincial de la UCR a principios de diciembre, cuando Cornejo impuso su poder territorial (como Sanz en Entre Ríos) y se habilitó la conformación de un frente opositor.
La diferencia con el escenario nacional, es que en Mendoza la UCR lidera la coalición que completan el PRO, el Frente Renovador, los socialistas y Libres del Sur, y que lidera las encuestas. A esta estrategia se opuso Cobos, quien buscó un armado más “puro” de listas para que el partido no fuera funcional a otros precandidatos a la Casa Rosada en tiempos en que él mismo competía.
Estas diferencias se hicieron palpables en las últimas horas. Mientras los cobistas se quejaban de la estrategia de Sanz y veían cómo su referente se bajaba de la carrera presidencial, Cornejo tomó una actitud muy diferente. Aliado del PRO, salió a responderle al oficialismo, que ha insistido con que el armado de Sanz y Macri “es una reedición de la Alianza del 99”.
“Que la UCR se derechizó es puro biri-biri para los militontos”, espetó Cornejo a quienes critican el armado nacional. Al tiempo que se ofuscó y mucho al ser consultado sobre el malestar que hay en las filas cobistas. “No hay ningún malestar”, afirmó, contradiciendo lo evidente.
Tras el mal trago del fin de semana, y con Cobos mirando la elección provincial (desdoblada de la nacional) desde un rol de espectador, ya se comenzaron a lanzar rumores que ubican al ex gobernador como candidato a senador nacional. Es que la pérdida de protagonismo podría directamente dejarle en bandeja el radicalismo mendocino a Cornejo, su ex operador estrella, hoy amo y señor de la UCR local.
Cornejo lo sabe, por eso ha insistido con que la Convención nacional “fue un ejemplo de institucionalidad, donde los que perdieron la votación han aceptado la decisión de la mayoría”, en clara alusión a Cobos.
Mientras, en las filas del oficialismo, que corre de atrás en los pocos sondeos locales que se han conocido, se ha comenzado a cranear una campaña que evoque a la Alianza del 99, con la intención de restarle votos a Cornejo, justamente, cabeza de una coalición heterogénea que incluye al PRO y también al socialismo mendocino.