Lomas de Zamora

Estrepitoso fracaso del lanzamiento político del responsable de Fútbol para Todos

Paladino va por la intendencia con el apoyo de Mariotto y apenas pudo llenar un restaurant. Vacío de la Rosada.

El coordinador de “Fútbol Para Todos”, Pablo Paladino, lanzó su candidatura con un vacío importante del Gobierno para un hombre que se mostraba como el alfil de Máximo Kirchner en Lomas de Zamora, la tierra del criticado Martín Insaurralde.

Llenó, eso sí, el restaurant que Gabriel Mariotto tiene en el centro cultural Padre Mujica, de Banfield, con militantes de la agrupación Proyecto Nacional, un par de intendentes y concejales.

El conductor del lanzamiento fue el vicegobernador, que buscó capitalizar el encuentro, con mucho ruido por la ausencia de Aníbal Fernández, de quien depende Paladino y quien fue su padrino político desde que salió de Lomas. El jefe de Gabinete lo apoyó en 2007 para ir por la misma intendencia, con nulo resultado.

Otra de las presencias que Paladino deseaba y que no llegó fue la de Alberto Pérez, el influyente sciolista que prefirió no estar, aunque lo reemplazó el subsecretario de Coordinación Gubernamental, Emiliano Baloira, un lomense de su órbita.

No fue ningún ministro ni la primera línea camporista, pese a ser “cercano” de Máximo, y haber vendido un lanzamiento con un fuerte aval del Gobierno nacional. 

Tampoco estuvieron los sciolistas de primer orden, salvo Santiago Montoya, que curiosamente es quien había propuesto la fórmula Scioli – Massa, donde Insaurralde entra perfectamente y donde Paladino pierde perspectiva.

Con todo, el ex presidente del club Los Andes buscará una vez más llegar al sillón municipal de Lomas.

Paladino e Insaurralde son viejos conocidos del distrito. Estuvieron juntos en la función pública desde la época en que Jorge Rossi era intendente. El primero, sin embargo, renunció para irse a la política nacional junto a Aníbal, mientras MI se quedó en Lomas y terminó tomando la posta del ex intendente.

Encabezando el acto, Mariotto le asignó a Paladino “el desafío de incorporar definitivamente a esta ciudad en el proyecto de Cristina”, en clara alusión al distanciamiento de Insaurralde con el kichnerismo duro.

“Pablo no tiene contradicciones explícitas cada veinticuatro horas”, dijo Mariotto ya más explícito: “No se puede pensar una cosa y al ratito otra, o levantar una bandera y al rato bajarla y subir otra que está en las antípodas, en un posicionamiento mediático que descoloca”.

“Estos boludos no juntan un voto y lo quieren echar a Insaurralde”, se burlaron desde Lomas, después de ver lo que armó Paladino junto a Mariotto.

Paladino llegaba al lanzamiento de su campaña apalancado por la reunión entre Máximo y Tinelli en Olivos, que despertó rumores de un posible anuncio vinculado a Fútbol para Todos, acaso cambios en la estética y programación, con una mezcla entre producción estatal y privada.

Sin embargo, eso no repercutió en Lomas. Hubo consultas en el Gobierno, a ver si había que asistir al lanzamiento, y la respuesta fue contundente: No.