Massa y Macri llevaron a Mendoza su pulseada por sumar al radicalismo

La Fiesta de la Vendimia fue el marco que permitió ver en directo la tremenda pulseada que libran Sergio Massa y Mauricio Macri para lograr en la Convencional Nacional de la UCR del próximo sábado un pronunciamiento afín a sus intereses.

Massa quiere que del máximo órgano partidario del radicalismo salga la decisión de realizar una interna amplia o “patriótica” entre todos los candidatos de la oposición. Confía en que se impondrá con comodidad a Macri. Incluso cerca suyo desafían: “Si Macri está primero en las encuestas como dicen, que problema tiene en ir a la primaria contra Sergio”.

Macri por el contrario quiere que los radicales aprueben una primaria sólo entre fuerzas no peronistas y que excluyan explícitamente a quienes tuvieron cargos destacados durante el kirchnerismo. De hecho, ya avisó que no competirá contra Massa y si aprueban esa decisión, se presentará sólo con el PRO y sumará radicales de a uno.

Hoy esa puja se trasladó a Mendoza. Massa logró una foto con Julio Cobos –su principal aliado en la UCR-, que además se encargó de tuitearla de inmediato.

Pero luego, se mostró charlando en el desayuno d ela castigada industria del vino con Ernesto Sanz y el candidato radical Alfredo Cornejo. Y más tarde, recorrió la bodega Viamonte con el propio Cornejo y su compañera de fórmula la senadora cobista Laura Montero.

Macri sintió el impacto de la movida y apuró su propia foto con Sanz –su principal ariete en el radicalismo- y Cornejo. Para ello, Macri eligió el agasajo de Bodegas de Argentina, entidad que agrupa a más de 250 bodegas que representan 75% de los productores de vino del país realizada en Bodegas Crotta, donde fue recibido como virtual presidente.

Cornejo, en el mejor de los mundos, disfrutó al máximo la competencia de los dos principales presidenciables de la oposición por sacarse una foto con él. Incluso, al llegar a Mendoza, Massa lo saludó con un elocuente "hola, gobernador!".

En Mendoza, la fórmula radical de Cornejo y Montero logró el respaldo de prácticamente toda la oposición. En todos los distritos, tanto para legisladores locales como para concejales, los lugares se repartieron entre radicales, macristas y massistas.