Asamblea Legislativa

Con la ayuda de los intendentes y los gremios, el kirchnerismo copó la Plaza de los dos Congresos

Cientos de colectivos y todo el aparato activo en el último discurso de Cristina en el Congreso.

El último discurso de Cristina Kirchner ante la Asamblea Legislativa llegó con el ruido de una Plaza de los dos Congresos copada por el aparato kirchnerista, que buscó retomar la calle luego de la silenciosa movilización por Alberto Nisman apenas dos semanas atrás, en el mismo lugar pero en juego opositor.

El peso de los intendentes y de los gremios afines ayudaron al Gobierno a cumplir con las expectativas de la convocatoria, que temían en algún momento no poder satisfacer. Casi cuatro horas de discurso en la Cámara baja tuvo su contracara afuera, donde desde la mañana se agolpaban las distintas organizaciones kirchneristas.

El laberíntico vallado y los cortes de calles que ordenó Sergio Berni despistaban a más de uno, y dejaban a muchos perdidos sin saber por dónde agarrar para llegar a la pantalla que reproducía la imagen Cristina hablando en el recinto.

“El candidato es el proyecto”, rezaba uno de los pasacalles más llamativos de la plaza, blanqueando la principal preocupación de las bases: nadie sabe qué va a hacer Cristina, si como “conductora” va a elegir finalmente a un candidato o jugará a perder, como aún sostienen en algunos rincones de la Casa Rosada.

Las columnas de La Cámpora, las de mayor presencia en la plaza, se ubicaron en la avenida Rivadavia, mientras las de Kolina y el Movimiento Evita tomaron Hipólito Yrigoyen. Las banderas de Nuevo Encuentro, otra fuerza nutrida, se quedaron en el centro de la plaza.

En la avenida Entre Ríos se ubicaron los de Peronismo Kirchnerista, al que le seguía la numerosa columna de los mecánicos de Smata, con choripán, bombos y sus banderas verdes. También por allí se hacía escuchar el Movimiento San Martín, de Julián Domínguez.

Un cielo encapotado amenazaba con frustrar la movilización. A las 12.45 empezó a llover y el agua repelió a una buena cantidad de manifestantes. Era inevitable la comparación con la lluvia torrencial que acompañó el 18F, pero esta vez no hubo tormenta.

Los intendentes Darío Díaz Pérez (Lanús), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Fernando Espinoza (La Matanza), Julio Pereyra (Florencio Varela), Pablo Bruera (La Plata), aportaron micros llenos de militantes para acoplarse a la marcha. Las columnas del PJ bonaerense, y del “Proyecto Nacional” de Gabriel Mariotto también se hicieron presentes.

De Quilmes en cambio sobresalía la presencia del candidato de Daniel Scioli, Daniel Gurzi, que con La Jauretche de Aníbal Fernández también se hacía notar. El candidato K de Hurllingham, Juan Zabaleta, aportó militancia de la zona oeste del conurbano, con banderas y remeras que decía “Hurlingham con Cristina”.

El viceministro de Desarrollo Social Carlos Castagneto fue la carta de Alicia Kirchner para ocupar espacios en la movilización. Castagneto mandó a empapelar temprano las primeras dos cuadras de Avenida Callao, para tomar a todos los manifestantes que llegaran desde ese flanco.

También había militancia universitaria en la plaza. Los peronistas de Munap, los centros de estudiantes de Universidad de Avellaneda y la Universidad Arturo Jauretche, además de organizaciones barriales como la Tupac Amaru.

Curiosa fue la reducida presencia del Miles de Luis D’Elia, quien quiso ingresar al Congreso pero no pudo entrar. En el aire también se disputaban el aliento a Cristina, con globos de Florencio Randazzo, la UOM, Uocra, Espinoza, Sedronar, Alejandro Granados, entre otros.