Elecciones 2015

Listas unificadas con la UCR y sumar a Sanz, los pasos que siguen a la foto de Macri y Carrió

El acuerdo está avanzado y se plantearía en la Convención Nacional de la UCR. Excluiría a Massa.

La foto de Mauricio Macri y Lilita Carrió fue apenas elprimer paso de un movimiento más amplio que tiene como objetivo final laconsagración de una alianza electoral entre la UCR y el PRO.

Las conversaciones, según afirmaron a LPO fuentes al tantode las negociaciones, están muy avanzadas. La idea central es conformar listasunificadas para las candidaturas a diputados y senadores nacionales. Se tratade consagran en una boleta el tan mentando “acuerdo parlamentario” quenecesitaría un gobierno radical-macrista para alcanzar masa crítica en elCongreso.

El senador y presidente del radicalismo, Ernesto Sanz, es quienlidera esta estrategia y lleva adelante las negociaciones con el macrismo. 

El movimiento de la foto compartida con Carrió era necesariopara naturalizar un acuerdo que incluye a la líder de la Coalición Cívica,quien hasta ahora venía proclamando la necesidad de acordar con el PRO, peroresistiéndose a dar el paso que consagra la imagen que hoy se distribuyó a losmedios.

La idea que gana más consenso en el radicalismo y sobre laque se está trabajando es llevar a la Convención Nacional que se reunirá en Marzo en Gualeguaychú, como propuesta de estrategia para las eleccionespresidenciales, una alianza con el PRO que excluya a Sergio Massa y que dirimala fórmula presidencial en las primarias.

La exclusión de Massa y el cierre con Macri son decisiones políticas en sentido estricto, no influenciadas por simpatías personales. La conducción del radicalismo cree que deben consolidar un espacio no peronista. "Si vamos atrás de Massa desaparecemos", confiaron a LPO. 

Más allá de lo formal, el boceto concreto sobre el que setrabaja es reducir la competencia a la boleta presidencial en la que Macripodría enfrentar a la fórmula Sanz-Carrió; mientras el restode los cargos se consensuan, en base a un reconocimiento implícito de la UCRcomo socio mayoritario. 

Es probable que si este diseño se consagra, las presiones -que no cesaron- sobre Gabriela Michetti para que acompaña a Macri como candidata a vicepresidente se intensifiquen, ya que quedaría descartada la fórmula Macri-Sanz.

Como sea, el líder del PRO ya dio sobradas muestras de su predisposición a aceptar al radicalismo como socio mayoritario en los distritos. EnMendoza apoyó la fórmula puramente radical de Alfredo Cornejo y Laura Monteropara la gobernación y en la capital provincial donde venía de salir segundo,hizo el sacrificio mayúsculo y directamente bajó su lista para aumentar laschances de la UCR de retener el gobierno municipal.

Lo mismo acaba de definir en Córdoba, donde como reveló LPO,mantuvo una reunión secreta con el intendente Ramón Mestre y aceptó que la UCRlidere tanto la boleta a la gobernación como la de la capital provincial.

Este acuerdo, si se consagra en la Convención Nacional no esgratuito ni pacífico. Hay importantes dirigentes como Gerardo Morales y enmenor medida el tucumano José Cano, que prefieren cerrar una alianza con Massa.

En la cúpula de la UCR ya descuentan que seguro Morales ytal vez Cano, encabecen una ruptura, pero no dramatizan. “Nadie va a salir apegarles”, reconocieron a LPO.

Es que bien mirado, el desplazamiento de Cano y Morales, sicontribuye a que ambos ganen las gobernaciones de Jujuy y Tucumán, sigue siendofuncional al objetivo de fondo del radicalismo: Entregar la posibilidad depelear la Presidencia a cambio de reconstruirse como la segunda fuerza exextensión nacional, con un importante núcleo de gobernaciones, intendentes ylegisladores nacionales.

En ese marco la salida de Gustavo Posse del massismo y lafoto que compartió con Sanz en Pinamar no es un detalle menor. Posse ya tienegarantizada la candidatura a gobernador bonaerense, como anticipó LPO, si seconsolida el acuerdo del PRO y el radicalismo.

En definitiva, un radicalismo fuerte no es una mala noticiaen la búsqueda de reequilibrar un sistema político que quedó muy descompensadoluego de la crisis del 2001, permitiendo que surgiera como actor dominante unperonismo con ambiciones hegemónicas cuyos efectos más lamentables hoy se observan en toda su magnitud.