Inteligencia

La nueva Agencia de Inteligencia absorbe a todos los espías de la SIDE, pero les pide declaración jurada

Lo envió al Senado. Se transfiere el presupuesto y no se eliminan los fondos reservados.

Cristina Kirchner transferirá el personal y los activos de la Secretaría de Inteligencia a la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), pero una de las nuevas exigencias que tendrán los espías será presentar su declaración jurada.

El proyecto anunciado el martes por Cristina llegó al Senado hoy con los retoques de Carlos Zannini, pero como ya es un clásico en las iniciativas presidenciales, el texto es breve y poco preciso sobre cuestiones de fondo.

El artículo 23 de los 28 confirma que los espías no perderán el trabajo. “Disuélvase la secretaría de inteligencia y transfiérase la totalidad del personal, bienes, activos y patrimonio a la Agencia Federal de Inteligencia”, señala.

La excepción será la Dirección de Observaciones Judiciales, el área encargada de la escuchas que como anunció Cristina pasará a cargo de la Procuración. Se mantendrán los mismos escalafones y salarios, aumentados ayer.

La obsesión de Cristina por impedir las escuchas ilegales queda demostrada con nuevas sanciones. Quedarán inhabilitados de 3 a 10 años los espías que intercepten comunicaciones y con entre 2 a 6 a quienes no destruyen las escuchas aún realizadas por orden judicial.

Como anticipó Jorge Capitanich, el secretario y subsecretario de la Agencia serán nombrados por mayoría simple del Senado, pero podrían ser removidos por el presidente cuando lo desee. 

Pero el proyecto no es claro con las nuevas restricciones de los agentes a excepción de una: la obligación de mostrar sus fortunas. “Todo el personal de los organismos de inteligencia, sin distinción de grados, sea su situación de revista permanente o transitoria estará obligado a presentar las declaraciones juradas por la ley 26.857”, señala el artículo 25.

El anterior abre la puerta a una purga cuando insta a “adaptar criterios que faciliten la necesaria separación de aquellos agentes cuyas acciones sean o hayan sido incompatibles con el respeto de derechos humanos o violatorios del orden constitucional”.

Y puntualiza aún menos cuando intenta definir los criterios de ingreso de personal: “Se deberá instrumentar una profunda reformulación del proceso de ingreso de personal a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) estableciendo criterios de transparencia en el marco del Plan Nacional de Inteligencia y las necesidades operativas”, escribió Zannini.

El proyecto mantiene el secreto en el manejo de los fondos de inteligencia, al sólo ratificar la facultad de control de la bicameral de organismos de inteligencia, que rara vez se reúne.

Seguirán los famosos “fondos reservados”, una caja millonaria que busca manejar Máximo Kirchner. Como adelantó LPO, ese rol lo tendrá su amigo Fernando Basanta.