Caso Nisman

El entorno de Nisman descarta el suicidio y desconfía de la autopsia

El cuerpo forense está en proceso de colonización por La Cámpora. La certeza de Arroyo Salgado y sus íntimos: "lo mataron".

Los familiares más cercanos del fiscal Alberto Nisman, como sus amigos y aquellos que trabajaban codo a codo con él, descreen de la hipótesis del suicidio. “Lo mataron”, fue la frase que se sintió en cada rincón del velatorio y posterior sepelio, e incluso la habría reiterado su ex mujer la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, según comentaron a LPO fuentes judiciales que participaron de la sentida despedida.

Desde el momento en que se enteraron de lo sucedido el domingo 18 de enero en su departamento de Puerto Madero, los que mantenían vínculo directo con el funcionario a cargo de la investigación más importante de la Argentina, el atentado en la mutual judía AMIA perpetrado en julio de 1994, sostuvieron la teoría de “homicidio”.

Repitieron sin cesar que “conociéndolo a Alberto no se habría matado, estaba en una etapa de plenitud tanto laboral como en su vida personal. Además, era muy cuidadoso de su imagen”, señalaron con firmeza entre la congoja.

Los más íntimos incluso advirtieron que la escena del baño donde fue encontrado podría haber sido modificada por la cantidad de horas que transcurrieron desde que los custodios se anotician del suceso e interviene la justicia ordinaria, según explicaron a LPO.

Además, como reveló la fiscal Viviana Fein no hubo un regreso intempestivo del fiscal al país. Nisman luego que la procuradora Alejandra Gils Carbó decidiera nombrar los 16 fiscales a finales de diciembre pasado, sacó su pasaje a Europa el 31 para regresar el 12 de enero y efectuar la denuncia. Además, también habría sacado un pasaje para regresar a España junto a sus hijas, el 19 de enero, una vez finalizada la presentación.

Autopsia cuestionado

Aclararon incluso sus allegados que son conscientes que la autopsia determinará “suicidio”, pero también descreen de la “veracidad y transparencia” de los informes del “cuestionado” Cuerpo Médico Forense, dependiente la Corte Suprema de la Nación.

Esta misma desconfianza habría sido avalada por lo bajo por un centenar de funcionarios judiciales que conocen las internas de la jurisdicción nacional.

La Morgue judicial donde se realizó la autopsia, se encuentra bajo la dirección técnica del psiquiatra y abogado Roberto Luis María Godoy desde el 12 de Noviembre de 2013, momento en que habría sido elegido “por amplia mayoría entre los peritos titulares” en calidad de decano del Cuerpo Médico Forense, tal como reza la resolución N°495 del año 2013.

Desde entonces, Godoy acumuló un sinnúmero de denuncias de “acoso laboral” efectuadas por funcionarios de alto rango de carrera judicial para que dejen sus cargos.

El objetivo sería lograr puestos para nombrar a personas de carácter “político” en lugares técnicos, colocando a la ciudadanía en situación de “vulnerabilidad y denegándole el servicio de justicia”, sentenciaron las voces relacionadas a la institución.

La mayoría de los designados sin antecedentes laborales ni académicos, estarían alineados con la agrupación que lidera Máximo Kirchner, “La Cámpora”, cuestión que vinculan a un “acuerdo” entre Corte y Gobierno, explican preocupadas altas fuentes.

Además, funcionarios judiciales denunciaron ante los familiares y amigos de Nisman “desmanejos financieros” entre Godoy y el contador Hugo Edgardo Borgert, quien desde Noviembre de 2010 se desempeña como titular de Dirección Pericial, dependiente de la Corte Suprema.

Borgert, fue Administrador General del Poder Judicial ante el Consejo de la Magistratura, alineado con el actual presidente del Máximo Tribunal, Ricardo Lorenzetti. Sin embargo, en el 2010 se habría negado a suscribir la licitación del Software para el poder judicial de la Nación por supuestas “irregularidades” en su tramitación y cuyo costo a la fecha ya habría superado los 300 millones de pesos.

Aunque confían en el oficio y trayectoria de la fiscal Viviana Fein y la jueza Fabiana Palmaghini, alejadas de la puja política, ese habría sido el contexto de conversación entre los íntimos de Nisman y funcionarios judiciales de alto rango, preocupados por las pruebas obrantes en la causa que investiga la muerte del Fiscal.