La UCR rechaza a Carlés en la Corte y el Gobierno apunta al peronismo federal
El senador Gerardo Morales anunció que la UCR no apoyará a Roberto Carlés como juez de la Corte Suprema de Justicia, por lo que el Gobierno deberá apelar a fuerzas provinciales y al peronismo federal para llegar a los dos tercios.
"Sin experiencia y con militancia activa en La Cámpora, CFKArgentina ofende y agravia con la propuesta de Carlés" para la Corte Suprema, dijo Morales a través de un mensaje difundido a través de su cuenta en la red social Twitter.
Morales fue uno de los jefes de los bloques opositores de la Cámara alta que el año pasado firmó un documento en el que manifestaron su decisión de no acompañar la designación del reemplazante de Zaffaroni hasta que la Presidenta concluya su mandato.
El radicalismo cuenta con once bancas propias y dos aliados en el Senado, por lo que la confirmación del rechazo achica el margen de negociación del kirchnerismo.
En las últimas votaciones, Miguel Pichetto logró con lo justo llegar al quórum de 37, aunque sufrió dos ausencias: el chubutense Alberto Guinle, de licencia por problemas de salud; y el misionero Salvador Cabral, con una rebeldía pasajera. También se diferenció la salteña María Fiore de Viñuales en la ley de telecomunicaciones.
Subsanados esos problemas necesitaría llegar a 48 para garantizarse los dos tercios. La ayuda puede llegar con el voto a favor o con la abstención, que reduce el número necesario a alcanzar.
En la última sesión del año el kirchenrismo tuvo dos ayudas para el quórum: Carlos Menem y el neuquino Guillermo Pereyra, jefe del sindicato de petroleros. En alguna votación ayudó el pampeano Carlos Verna. La correntina Josefina Meabe fue siempre autónoma del oficialismo y la oposición pero pasó el último semestre con licencia por enfermedad.
Si el PRO y el Frente amplio Unen se mantienen firmes, Cristina no tendrá más opción que buscar al peronismo federal, un interbloque de siete senadores que no siempre votan juntos pero suelen priorizar sus urgencias provinciales a la agenda parlamentaria.
Tal es el caso de Adolfo Rodríguez Saá y su ladera María Negre de Alonso: aunque siempre fueron opositores, sus diputados votaron el presupuesto a cambio de la Universidad de los Comechingones. El Adolfo se había acercado a Massa pero se mantuvo autónomo.
No fue el caso del sanjuanino Roberto Basualdo y el salteño Juan Carlos Romero, ya aliados de Massa, quien cree propio a Carlos Reutemann aunque sufre los clásicos silencios del senador. La chútense Graciela Di Perna es tan massista como lo sea Mario Das Neves.
El fueguino Jorge Garramuño nunca quiso sumarse al Frente Renovador pero firmó aquel documento de senadores opositores contra cualquier nombramiento de Cristina en la Corte. ¿Respetará el compromiso?