Transición

La caída de la soja al tope de la agenda de los presidenciales

Se espera un valor de u$s 240 que podría descapitalizar al sector el año que viene. Los planes para suplir la falta de divisas.

La caída que viene registrando el precio de la soja durante los últimos meses comenzó a generar un alto grado de preocupación, ya no solamente en el Gobierno nacional, sino que la incertidumbre se trasladó ahora a los principales candidatos a presidente.

Es que, tanto Daniel Scioli, como Mauricio Macri y Sergio Massa, saben que, casi con seguridad, no contarán durante un eventual mandato con precios récords del principal producto de exportación, tal como los tuvo el kirchnerismo durante más de una década.

Sucede que si se comparan los precios actuales con los 500/600 dólares por tonelada con los que contó la Casa Rosada en los últimos años, la situación es verdaderamente preocupante para cualquiera que aspire a sentarse en el sillón de Rivadavia.

Si bien en la jornada de este lunes la soja cerró en el Mercado de Chicago (CBOT) con leves alzas en 361 dólares, lo cierto es que las perspectivas de los operadores a corto y mediano plazo no son para nada favorables.

En la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), por su lado, se escucharon precios de entre 2350 y 2400 pesos por tonelada por la soja disponible, mientras que no se registraron ofertas abiertas a cosecha, aunque algunos indicaban que rondaba los 235 dólares.

Así las cosas, lo peor es que hay fundamentos bajistas concretos: en Brasil se espera una cosecha de casi 96 millones de toneladas (versus 86 en 2013/14), mientras que en la Argentina se producirán 53,4 millones (versus 49 en el ciclo anterior).

“Con estos números está claro que la presión bajista sobre los precios de la soja seguirá siendo intensa; lamentablemente no cabe esperar ninguna sorpresa alcista”, comentó a La Política Online el director de la consultora Nóvitas, Enrique Erize.

En tanto, cuando se coseche el grueso de la soja en la Argentina -durante los meses de marzo y abril- se esperan precios de no más de 240 dólares. “Esto traerá fuertes pérdidas para aquellos productores que alquilaron campos”, advirtió el especialista.

“Los que sembraron en campo propio tampoco están salvados: necesitarán una súper cosecha para mantener la misma cantidad de hectáreas el año próximo dado que las tasas bancarias están fuera del alcance de la mayoría de los productores”, dijo Erize.

En otras palabras, con un precio por debajo de los 300 dólares, un atraso cambiario creciente sumado el 35% de retenciones y al resto de los impuestos que cobra el Estado, el riesgo de descapitalización por parte de los productores es ciertamente elevado.

Y en caso de que el área de siembra disminuya durante la próxima campaña 2015/16, caerá la disponibilidad de divisas de la nueva administración nacional en un momento en el cual se advertirá con mayor énfasis el déficit de otros sectores de la economía.

Temor de los presidenciables

En este contexto, según pudo averiguar LPO, la evolución de los precios de la soja es seguida muy de cerca por los equipos técnicos de Scioli, Macri y Massa que ya miran con preocupación la posibilidad de comenzar su mandato con un valor muy bajo.

Es por esto que en los tres equipos está instalada la idea de no atarse a la suerte del precio de la soja (como hizo el kirchnerismo), sino más bien incentivar el resto de las producciones agrícolas para suplir la falta de divisas.

De hecho, entre los tres presidenciales hay un consenso bastante generalizado en retocar el actual sistema de retenciones y exportaciones. Si bien en el sciolismo no se habló de eliminarlas, sí se hizo hincapié en bajar el impuesto al trigo y flexibilizar los ROEs.

En tanto, en el Frente Renovador y en el PRO se prometió eliminar los derechos de exportación al trigo, a la carne y a las economías regionales. Con estas propuestas, los candidatos creen que podrán aumentar las producciones y atraer más dólares.

“Lo importante es estar preparados y tener un plan sólido y viable para atravesar situaciones y momentos que pueden llegar a ser complicados”, destacan en el entorno de uno de los economistas de mayor visibilidad del macrismo.

Asimismo, otro punto que es mirado con preocupación es que la Inversión Extranjera Directa (IED) recibida por Argentina en 2014 fue de apenas 2945 millones de dólares, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Se trata de una cifra inferior a la recibida el año pasado por Chile (u$s 5500 millones) y por Uruguay (u$s 3000 millones) e inferior a la registrada en 2009 -en plena crisis financiera internacional- cuando Argentina recibió u$s 3307 millones.