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Bronca de Cristina porque ningún funcionario anticipó la crisis rusa

La profundización de las relaciones comerciales que impulsó el kirchnerismo quedó en ridículo tras la caída del rublo.

La crisis económica por el derrumbe del precio del petróleo que se desató en los últimos días en Rusia comenzó a generar algunas fricciones entre los más altos funcionarios del Gobierno nacional, según pudo averiguar La Política Online con fuentes oficiales.

Sucede que la propia Cristina Kirchner expresó su malestar a algunos de sus íntimos porque nadie en el Gabinete fue capaz de anticipar, o al menos advertir, los riesgos de la profundización que impulsa el kirchnerismo en las relaciones comerciales con Rusia.

El pasado 12 de julio Cristina recibió a Vladimir Putin en la Casa Rosada, en lo que fue presentado por el oficialismo como un encuentro histórico, tras anunciar acuerdos bilaterales en materia nuclear.

Luego, en agosto, fueron los ministros Débora Giorgi y Carlos Casamiquela, quienes vieron una oportunidad inmejorable para que la Argentina aumente las exportaciones a Rusia tras el cierre de las importaciones que impuso Putin a las grandes potencias a partir del conflicto que mantiene con Ucrania.

Así, en su momento, la posibilidad de abastecer de alimentos a un mercado de 140 millones de habitantes fue un tema que se debatió internamente en el kirchnerismo y que la mayoría estuvo de acuerdo en salir a conquistar.

Por esto, Giorgi y Casamiquela negociaron con las autoridades rusas para aumentar las exportaciones de mandarinas, porotos de soja, leche en polvo, uvas, naranjas, peras, duraznos, semilla de girasol y limones, entre otros productos provenientes del campo.

A ambos ministros, inclusive, se los vio muy conformes con la posibilidad de exportar hasta 60.000 toneladas de carne vacuna por año a Rusia. Pero, enseguida, Axel Kicillof y Augusto Costa los dejaron en ridículo cerrando los envíos al exterior para evitar una nueva suba de precios internos.

Como sea, lo concreto es que en las últimas horas se incrementaron los recelos en el Gabinete dado que nadie -ni en Economía, ni en Industria, ni en Cancillería, ni Agricultura y menos aún en Inteligencia- fue capaz de anticipar el derrumbe del rublo y la caída de la economía rusa, que el propio Putin ayer estimó demandará no menos de dos años en recuperarse.

"El hecho de viajar a Rusia ameritaba al menos un análisis de la situación económica actual; hoy quedamos expuestos a las críticas por no contar con información técnica de valor", reconoció a este medio un funcionario de segunda línea del Gobierno.

Impacto económico

En este contexto, ya nadie descarta que la crisis rusa traerá consecuencias a la economía argentina. Es que la devaluación de más de un 20% del rublo en apenas dos días pone en riesgo la competitividad de las exportaciones locales.

En diálogo con LPO el economista Jorge Todesca comentó que "las economías regionales ya venían con el agua al cuello por la falta de competitividad que presenta el valor del dólar oficial y esta situación sin dudas lo complica aún más".

Para tener una idea del impacto que puede llegar a tener la crisis rusa, en 2013 dicho país importó carne bovina por u$s 2348 millones, al tiempo que compró carne porcina por un total de u$s 1794 millones e adquirió manzanas por u$s 796 millones.

"Tenemos 157.000 pequeños y medianos productores en situación de riesgo", señaló Raúl Robín, presidente de Economías Regionales de la CAME. "El aumento en la presión tributaria está deteriorando aceleradamente la rentabilidad", agregó.

En relación a las economías regionales, el caso más grave es el de las mandarinas: en los diez primeros meses de 2014, más de la mitad de las ventas externas se colocaron en la Federación Rusa, según datos publicados en valorsoja.com.

Otras frutas con un alto grado de exposición en el mercado ruso son las peras (32% de las toneladas exportadas en enero-octubre de 2014 se destinaron a ese mercado), uvas frescas (23%), ciruelas (18%) y limones (15%).

Por último, otros alimentos que dependen del mercado ruso son los quesos (26% del total de las colocaciones en lo que va del presente año) y los ovoproductos (23%). La Federación Rusa además es uno de los principales clientes genuinos de cortes aviares.