Senado

La oposición pudo haber frenado la base espacial china en Neuquén

El kirchnerismo la aprobó en el Senado con 36 votos, uno menos que la mayoría para sesionar.

La polémica ley que habilita la creación de una base espacial de China en la localidad neuquina de Bajada del Agrio pudo ser cajoneada por la oposición, si advertía que el kirchnerismo no tenía la mayoría para aprobarla.

El proyecto habilita la construcción de la base y le concede el territorio a China por 50 años como si se tratara de una embajada, por lo que pase allí dentro será regido por leyes de ese país. Fue una de las exigencias del gigante asiático para facilitarle divisas al Gobierno y librarlo de una nueva devaluación.

Anoche fue tratado anoche en una desordenada sesión del Senado, que si bien no duró más de seis horas pero incluyó decenas de proyectos pendientes tanto del oficialismo como de la oposición.

Como ocurre en estos casos, habituales a fin de año, algunos proyectos se votan en forma individual y otros en paquetes para agilizar la sesión.

La base china fue llamada a votación junto a dos temas bien disimiles: el día de los valores villeros y la denominación de “Capital Nacional del Trabajo” al partido de La Matanza.

La votación fue 36 a favor y 27 en contra, s sea, al kirchnerismo no logró mayoría de 37 necesaria para tener quórum y, por lo tanto, votar. Si el resto de los senadores abandonaba el recinto la sesión se caía.

Pichetto no pudo reunir mayoría propia como en el resto de las votaciones porque en esa votación se retiró el correntino José María Roldán, un aliado de fierro que tiene para todas las votaciones. No estaba muy apurado porque luego volvió para votar el resto de los proyectos. 

El rionegrino tenía otros problemas, como una nueva ausencia del misionero Salvador Cabral y la licencia de Marcelo Guinle. Menem esta vez ni dio quórum ni votó pero si apoyó los proyectos del Gobierno la neuquina Lucila Crexell, quien arribó de la mano de Guillermo Pereyra y se convirtió en una figura clave para la sanción de las leyes.

Desgastada, la oposición no está para advertir esas debilidades y frustrar una votación, aun cuando se trate de un controvertido proyecto que para muchos viola claramente la soberanía en manos de China.