Provincia

Mientras teje en silencio con intendentes, Insaurralde apuesta a la estrategia del Indio Solari

El lomense quiere guardarse hasta el verano donde apuesta a explotar la Costa con Jésica Cirio. Los intendentes que lo apoyan.

Marín Insaurralde ya decidió su pase al Frente Renovador deSergio Massa, pero el desplazamiento tiene sus tiempos y depende deciertas negociaciones que todavía no se han terminado de cristalizar. Ese es eltrazo grueso.

Pero el bosque no debería impedir el árbol –que en políticasiempre termina siendo más importante-, esto es, su candidatura a gobernador.El proyecto del reasumido intendente de Lomas de Zamora sigue siendo gobernarla provincia.

Y no le va mal, pese a todo el ruido mediático que seinstaló sobre los costos y beneficios de su relación con Jesica Cirio. Insaurraldetiene dos activos que combinados lo están posicionando como un candidatoimportante.

Por un lado mide. Todas las encuestas lo ubican entorno alos 20 puntos y ya con ese número se ubica en una muy exclusivo club, que por ahora comparte sólo con Florencio Randazzo.

Pero acaso tan importante como esa medición es el respaldoque está sumando entre algunos barones del Conurbano, que creen que ya llegó lahora de que uno de ellos gobierne la provincia. En eso le saca una luz deventaja a Darío Giustozzi, otro contendiente del massismo y también intendente,que por alguna extraña razón no termina de concitar la adhesión de sus pares.

Insaurralde viene manteniendo desde que era candidato deCristina y Scioli reuniones con sus pares, en las que se habla precisamente deeso: La necesidad de que la provincia vuelva a manos de bonaerenses.

En esa línea, ya tiene el respaldo más o menos explícito deal menos siete intendentes del Frente Renovador. Encabeza ese lote como el másconvencido, el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, que arrastrael respaldo de sus pares de Pilar, Humebro Zuccaro y de Hurlingham, Luis Acuña.

Pero también forman parte de ese núcleo inicial de los“Siete fantásticos”, el trío de mosqueteros de Massa: Joaquín de la Torre de SanMiguel; Gabriel Katopodis de San Martín y José Eseverri de Olavarría.

A los que se acaba de sumar el intendente de GeneralViamonte, Javier Mignaquy, la últimaadquisición del massismo.

Esta masa crítica de poder territorial es la palanca a laque apuesta Insaurralde para terminar de zanjar la discusión con Francisco deNarváez, otro de los que merodean a Massa y que todavía conserva unainteresante intención de voto de alrededor del 10 por ciento.

“De Narváez no es confiable para los intendentes y ademásnadie puede garantizar que sobre el cierre no arme un escándalo y terminevolviendo con Scioli”, advierten cerca de Insaurralde, recordando la pulsiónpor las lealtades sucesivas que tiene el colombiano.

Como sea, el lomense luego del petit escándalo que desató surenuncia a la banca de diputado del Frente para la Victoria, puso en marcha lafase “Indio Solari” de su “estrategia” política, que consiste en guardarsehasta que escampe, confiando en que el misterio también sume.

Igual, conociendo al personaje se trata de un esfuerzo muydifícil de sostener y tendría pensado reingresar al circuito de las revistas yprogramas del corazón –“que son los que mira y lee la gente”-, en cuanto empiecenlas vacaciones.

La idea es simple y calca la estrategia sciolista: Recorrerlas playas bonaerenses, pero en su caso con un agregado interesante, irá de lamano de su torneada esposa Jesica Cirio, que a fuerza de clases de Cross Fit,logró mejorar la inmejorable.