Gabinete

Tras la salida de Parrilli, Capitanich cree que sumará poder en la agenda de Cristina

El jefe de Gabinete confía en tener a cargo la diaria en la Casa Rosada. Aníbal lo ayudaría con la prensa.

Jorge Capitanich se sintió ganador con los cambios de Gabinete, porque entiende que la salida de Oscar Parrilli le otorga poder sobre la agenda de la Presidenta, que el ahora jefe de la Secretaría de Inteligencia (SI) manejó con exclusividad durante los últimos años.

Parrilli se convirtió en una figura clave en el segundo mandato de Cristina, ya sin Kirchner en la quinta de Olivos tejiendo en el poder.

Cada mañana la esperaba con el cronograma de actividades, filtraba los llamados, concedía sus caprichos más minúsculos y resolvía la logística de sus viajes. “La Casa Rosada era suya”, resumen quienes se acercaron al entorno presidencial.

Entre el neuquino y Cristina sólo podía estar Carlos “Chino” Zannini, el estratega histórico de los Kirchner que en los últimos años tuvo varios momentos de tensión con la Presidenta, acaso opacado por la creciente influencia de Máximo Kirchner y sus amigos de La Cámpora. “Nos peleamos más de lo que creen”, llegó a bromear una vez la jefa de Estado.

Ajeno a esos entuertos, Parrilli fue sumando tareas como la de mantener vínculo con los legisladores oficialistas, si es necesario, con presencia en las reuniones de bloque de Diputados. Con los senadores opera más Capitanich, ex miembro de la casa.

Esa afinidad con la Presidenta lo llevó a estar desde hoy al frente de los espías, donde a Cristina le sobra con alguien de extrema confianza que la mantenga informada. Parrilli está allí más para controlar y si es posible neutralizar, que para activar el organismo.

Su segundo será Juan  Martín Mena, jefe de gabinete del Ministerio de Justicia y quien estuvo encima de la reciente reforma del Código Procesal Penal, que le otorga el poder a los fiscales por encima de los jueces.  

Tan abrupta fue la noticia de su salida, que según pudo saber LPO en el gabinete de la Secretaría General no sabían esta tarde si seguirían en sus cargos o deberían cruzar al edificio de la calle 25 de Mayo.  

Como explicó LPO, en los últimos presupuestos la Presidenta engrosó la caja de inteligencia del Ejército por encima del de la Secretaría de Inteligencia. En el actual esquema de poder de la Presidenta, el jefe del Ejército, César Milani, es el verdadero responsable de la inteligencia y ahora con Parrilli tratando de vaciar aún mas de acción real a la SI, ese poder se acrecienta.

Capitanich festeja

Cerca del jefe de Gabinete creen que sólo él podría heredar las funciones de Parrilli en la Casa Rosada. “Aníbal va a potenciar la relación con los medios. Pero no creo que tenga en exclusiva el día a día de Cristina”, confían.

Coki levantó el perfil en los últimos días al adjudicarse las exitosas negociaciones con los gremios de transporte y los movimientos sociales, que al menos hasta ahora frenaron paros y manifestaciones.

Su permanencia en la jefatura de Gabinete pendía de un hilo en septiembre, cuando su sucesor Juan Carlos Bacileff Ivanoff adelantó las elecciones en Chaco.

Pronto decidió ser candidato a intendente de Resistencia para alentar una primaria amplia entre los referentes del peronismo local. Su objetivo es consagrar gobernador al senador Héctor Aguiar y ocupar su banca.

Con Aníbal relevándolo en algunas tareas de comunicación, en Chaco creen que el jefe de Gabinete podría hacer campaña sin problemas.

La sobre exposición le otorgó un alto nivel de conocimiento pero también de imagen negativa que lo sacó de carrera para una candidatura nacional.

Tal vez por ese dato, Cristina demoró la idea de reemplazarlo por figuras que ella misma potencia para la interna del Frente para la Victoria, como Julián Domínguez. Sumarle imagen negativa a Aníbal quizá sólo sea un problema para él.